El stent del futuro ya es una realidad

Lo presentaron en un congreso de cardiología. Es de un material biodegradable, que permite su disolución dentro del organismo. Resulta menos invasivo y facilita la recuperación del paciente

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Una nueva generación de stents biogradables capaces de ser absorbidos por el cuerpo sin dejar rastros podría comenzar a aplicarse en poco tiempo en nuestro país. Así lo anticiparon prestigiosos especialistas en el marco del 20° Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista, clausurado ayer en la ciudad de Buenos Aires, donde los avances en los ensayos clínicos de esta nueva tecnología contra las obstrucciones cardiovasculares fueron la gran novedad.

Uno de los principales ejes del encuentro científico que esta semana reunió en el Hotel Hilton a cerca de unos 3.500 profesionales de Latinoamérica, Europa y Asia, Estados Unidos y Canadá, “los stents biodegradables podrían comenzar a ser aplicados en poco tiempo más en nuestro país”, según adelantó a la prensa el doctor Alejandro Palacios, quien presidió el Congreso en esta edición.

DE UN PLASTICO BIOABSORBIBLE

“Las pruebas, las investigaciones y los estudios realizados en los últimos años permitieron avanzar con esta tecnología que en esta primera etapa que se abre directamente al público se podrá utilizar en pacientes adultos que requieren determinadas especificaciones, pero rápidamente con su desarrollo alcanzará a todos los pacientes”, dijo Palacios.

Lo mismo anticipó la doctora Liliana Grinfeld, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Cardiología, quien encabezó el mismo congreso en una edición anterior. “Ya se están aplicando en algunos países y es probable que en poco tiempo se apliquen también en Argentina. Los ensayos clínicos realizados hasta ahora muestran que ofrecen el mismo resultado que los stents convencionales, pero con la ventaja de que con el tiempo desaparecen permitiendo que la arteria recupere su función de dilatación y contracción”, explicó.

Y es que a diferencia de los stents que se utilizan actualmente, construidos con una aleación metálica que permanece dentro del cuerpo, los biodegradables están hechos con un material plástico biocompatible que desaparece al cabo de dos o tres años transformándose en dióxido de carbono y agua.

De esa manera, la arteria que el dispositivo contribuyó a mantener libre de obstrucciones termina con el tiempo recuperando además sus funciones fisiológicas de contracción y dilatación, cosa que no ocurre cuando se aplica un stent convencional

AUTORIZADOS YA EN EUROPA

El uso de stens biodegradables ya fue autorizado por la Unión Europea (UE), que desde el año pasado viene realizando ensayos en humanos; no así en Estados Unidos, donde la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, según sus siglas en inglés) espera reunir más evidencias para dar su aprobación.

Durante el Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista, uno de los más importantes del mundo en su especialidad, diversos profesionales destacaron los “impresionantes avances” que ha permitido durante los últimos años el uso stents en el tratamiento de la enfermedad cardiovascular, la primera causa de muerte en los países desarrollados.

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