Una pantalla única

ROXANA MORDUCHOWICZ AUTORA DEL LIBRO “LOS CHICOS Y LAS PANTALLAS” (2014)

La mayor presencia del celular entre los chicos no sorprende. Es la tecnología que más creció entre los más jóvenes en los últimos años y la única que no reconoce diferencias sociales. Cada año más chicos, a una edad más temprana e independientemente de su condición económica, cuentan con un teléfono móvil propio.

Por su carácter portátil, el celular es el medio que más acompaña a los chicos durante el día. No sólo va con ellos a todas partes, sino que para muchos, está encendido las 24 horas. En la Argentina, la mitad de los adolescentes no apagan nunca el celular y tres de cada diez solo lo apaga cuando duerme. Todos los chicos llevan el teléfono móvil a la escuela.

Aun cuando los padres compran el celular por razones de seguridad y para que sus hijos puedan llamarlos, el principal uso que hacen los chicos es comunicarse con amigos. La necesidad de estar conectados es una marca de identidad juvenil: les da pertenencia a un grupo y fortalece su vida social, dos dimensiones fundamentales para los adolescentes.

¿Qué es lo que los adolescentes más valoran del celular? La primera cualidad que destacan es sentirse seguros. Ello se vincula al hecho de que el teléfono móvil les permite –como ningún otro medio- estar permanentemente comunicados. Y ello les da seguridad. De hecho, la segunda virtud que destacan del móvil es la posibilidad de sentirse siempre acompañados.

Cuando el acceso a Internet a través del celular se extienda (hoy pocos tienen “smartphones”), los chicos podrán reunir en el móvil las tres dimensiones más importantes en sus vidas: contactarse con sus amigos, escuchar música, y navegar en Internet, ya sea para entrar en las redes sociales o para buscar la información que les interese. Y todo ello, concentrado en un solo lugar.

En ese momento, el teléfono móvil será pantalla única para los adolescentes.

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