Relatos de un sobreviviente

“El Sobreviviente” es el nuevo espectáculo de Baby Etchecopar, un monólogo que se presenta como un viaje que arranca con un mal recuerdo y que, detenido en un estación llamada desidia, se prepara para arribar a un futuro incierto. Actor, conductor y animador, dueño de un estilo propio que no reconoce filtros y con el que convive desde hace 30 años, “El Angel” dialogó con EL DIA sobre la obra que presentará mañana, a las 21,30, en el Coliseo Podestá, y que propone un repaso con humor de las últimas seis décadas.

¿Sobreviviente de qué?

“Sobreviviente de 61 años de vivir en la Argentina, que no es poco, sobreviviente de todos los gobiernos, de todos los ladrones, los mentirosos, los que destruyeron al país”.

¿Qué le ofrecés al espectador?

“Es una obra tan fuerte que hace que todos nos sintamos reflejados. Más que un monólogo viene a ser un libro de autoayuda porque hay momentos donde nos hace dar cuenta porqué estamos cómo estamos a los que tenemos más de 45”.

Esta vez prometés humor...

“Es casi todo humor menos el final. Me agarro de esta herramienta para ir explicándole a la gente cómo hay que vivir para no morir enroscados como morimos los argentinos. Esta vez -risas- no bailo ni me desnudo...”

Con 30 años de trayectoria en los medios siempre has mantenido tu estilo frontal, sin pelos en la lengua. ¿Es difícil mantener la coherencia?

“Es muy difícil, acá te están tentando todo el tiempo, el partido de turno te quiere comprar, la oposición te quiere comprar, es terrible, es cómo tener un físico bárbaro y no ser prostituta... Mantener durante treinta años mi discurso, a pesar de que han largado a algunos sicarios como Diego Gvirtz, que han salido a tratar de destruir mi imagen, a pesar de toda esa gente yo sigo... Parezco Daniel Scioli, voy sobreviviendo a todos los gobiernos... A mí me prohibió De la Rúa, estuve mal con los Menem y sin embargo siempre sigo con el mismo discurso”.

Con vos, ¿hay lugar para los débiles?

“Yo considero que el tipo que es como yo no tiene que ser complaciente, tiene que ser crítico y tampoco yo puedo de golpe estar haciendo monólogos o programas de radio donde sea un híbrido como muchos, viste, que no se juegan. Yo creo que en la vida hay que jugarse...”

¿Cómo te llevás con este gobierno?

“Me llevo mal, pésimo, no estoy en nada de acuerdo con este gobierno... Yo re banco a este gobierno dentro de la democracia, es mi presidenta y la re banco, esto hay que aclararlo, pero no coincido con nada de lo que se hizo, para mí estuvimos viviendo con un prestidigitador...”

El no tener filtros, ¿te jugó en contra alguna vez?

“Yo pienso que hubo mucho tiempo para instalarme pero creo que ahora juega a favor porque la gente dice ‘puede ser que esté un poco loco pero tiene razón’, hay mucha gente que en la radio y en todos lados te dice, ‘la verdad es que yo no te podía ni ver y ahora te banco’, así que evidentemente algo está cambiando en la gente. Cuando Kirchner asumió el gobierno yo era casi el hermano menor de Videla, por mi postura con las drogas y los delincuentes, pero ahora eso cambió”.

¿Qué cambió en tu vida después del hecho de violencia que te tocó atravesar?

“Yo después del hecho ese (en 2012, Baby y su hijo fueron heridos a balazos al enfrentarse a tres delincuentes -uno terminó muerto- que entraron a robar a su casa) empecé a vivir, antes dudaba, era un estúpido. Recién termino de decirle a Mirtha que no, me llamó para ir a comer con Geraldine Chaplin. ¿Sabés qué pasa? Si el domingo al mediodía hay sol quiero bajar a tomarme sol, no quiero estar comiendo en un canal de televisión... Aprendí a disfrutar de los momentos y a darme cuenta que todo es efímero y que nadie vale que vos pierdas una hora de jugar con tu nieto... Me cambió todo..

¿El título de la obra tiene que ver con ése episodio?

“No tiene nada que ver, fue más duro vivir 61 años en Argentina que 15 minutos de un tiroteo...”.