Rescatan del olvido papeles y fotos que cuentan la historia universitaria

Muchos capítulos de la historia de nuestra ciudad se escribieron en las aulas, pasillos y rincones de la Universidad. Y hace poco corrieron el riesgo de perderse. Fue entonces cuando integrantes de la casa de altos estudios y del Archivo Histórico de la Provincia formaron una comisión que, tras realizar un diagnóstico de la situación, elevó un proyecto a la presidencia de la UNLP para crear un archivo propio. La iniciativa se corporizó en una resolución firmada el 13 de septiembre del año pasado.

Fue el punto de partida para que un grupo de mujeres se pusiera a seleccionar y clasificar materiales valiosísimos, así como a realizar un paciente trabajo de conservación de documentos, legajos, fotos y planos -por nombrar sólo algunos- que se encontraban a la buena de Dios en el 3° subsuelo de la facultad de Económicas, junto a máquinas de escribir, componentes de computadoras, papeles sin valor, telas y mobiliario; dormían en un depósito “común”.

Ahora, cada día, la directora del flamante archivo, Laura Casareto, dos empleados de planta, tres becarias y una voluntaria, se dedican a limpiar, clasificar y organizar estos documentos que “relatan” la historia de la Universidad desde 1920.

El archivo guarda fotos, documentos de 1920 en adelante, planos originales, antiguos planes de estudios, y designaciones de profesores, entre otros materiales históricos

Y como se trata de información pública -aunque se toma el recaudo de respetar aquello “muy ligado a la vida privada de las personas”-, decidieron realizar esas tareas “para todo público” el tercer lunes de cada mes. Bajo el nombre “Proyecciones de archivo”, esos días trabajarán en el patio del Rectorado con el objetivo de que todos los platenses tengan acceso al material que cuenta qué pasó en la UNLP desde aquel 1920 -apenas 13 años después de la nacionalización- hasta ayer nomás.

“Desde el 2008 veníamos realizando proyectos de investigación con el Archivo Histórico de la Provincia. Fue en ese marco que se advirtió que había material de enorme valor en peligro”, contó Casareto a EL DIA, para explicar que “todas las universidades tienen una Mesa de Entradas y Archivo, pero allí sólo se resguardan los expedientes. Además, en 2011 se autorizó un trabajo de depuración, que se iba a realizar con un criterio administrativo y no histórico, lo que podía llevar a perder materiales invaluables. Pero logramos frenarlo, formamos la comisión pro-archivo y el año pasado salió una resolución que le dio entidad institucional”, dice, para resaltar que al acto de firma de la normativa concurrieron los directores de los archivos históricos de la Provincia y de la Nación.

Tras aclarar que “este problema lo tienen casi todas las universidades”, la titular del archivo de la UNLP comenta que entre el material con que trabajan a diario se pueden encontrar “unas 400 carpetas con fotos del ‘74 al ‘78; documentos de 1920 en adelante, como los de la creación de las facultades y sus planos originales, cambios de planes de estudios, designaciones de profesores, títulos Honoris Causa, y, por ejemplo, el primer expediente posterior al golpe de 1930. Es decir que se puede saber cuál fue la primera decisión que adoptó la Universidad luego del golpe”. “Hay mucho para hacer y para difundir (ver aparte), y en eso estamos”, remata la funcionaria.