Destrozos y ahora amenazas, el drama que golpea a un comerciante

NATALIA, ENCARGADA DEL LOCAL DE 8 Y 43

El negocio familiar estaba creciendo y los dueños decidieron contratar un empleado más. Pero el refuerzo no les trajo más que dolores de cabeza, y ahora también hasta amenazas. Se trata de los dueños de una casa de comidas de 8 y 43, quienes por un aparente conflicto laboral ya sufrieron la rotura del frente del local y ahora fueron increpados.

Todo se remonta a tres meses atrás, cuando el muchacho de poco más de 20 años había empezado a trabajar en “La diosa milanesa”. Según contó Natalia Bugiolachio (39), la encargada, hubo una serie de “faltazos”, que empezaron a llamarle la atención.

Los dueños del negocio alegaron que intentaron solucionar el conflicto. Pero eso no bastó.

El sábado pasado Natalia increpó al muchacho y le dijo que dejara el puesto si iba a seguir faltando. “Me pidió una indemnización y yo le dije que íbamos a arreglar todo por el camino legal que corresponde”, se defendió la comerciante. Pero, tal como adelantó este diario en una edición anterior, el joven despedido arremetió con furia y empezó a destruir la vidriera a piedrazos.

La familia tuvo que reformar la fachada del negocio para protegerse de nuevos ataques, sobre todo a raíz de las nuevas amenazas por llamadas y mensaje de texto que habrían recibido.

“Estamos desesperados. Mis hijas no quieren venir más y estamos sin protección”, se lamentó.

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