Buscan rescatar el legado de un genio de la arquitectura provincial

Fue quizás el mayor referente del movimiento Art Decó en el país y un creador reconocido a nivel mundial, pero su obra rara vez forma parte de los programas de estudio de los futuros arquitectos y continúa siendo muy poco conocida en nuestra Provincia, donde se localiza casi en su totalidad. Al cumplirse 55 años de su fallecimiento y cuando varios de sus edificios acaban de ser declarados Monumento Histórico Nacional, una muestra fotográfica busca saldar esa vieja deuda con el genial Francisco Salamone en nuestra ciudad.

La exposición, que puede visitarse hasta fin de mes en el Museo de Arte Contemporáneo Beato Angélico (47 esquina 16) constituye apenas una parte de un amplio relevamiento fotográfico realizado a lo largo de un año por la fotógrafa Nova Céspedes y la arquitecta Marcela Nacarate, pero aun así es una buena oportunidad para acercarse a la obra del genial constructor.

Con la idea de impulsar el crecimiento de algunas pequeñas ciudades del interior de la Provincia y por encargo del gobernador Manuel Fresco, Salamone levantó en apenas cuatro años (1936-1940) un conjunto de edificios y monumentos de hormigón compuesto por más de 60 grandes obras distribuidas en dieciséis municipios. Si bien su trabajo se orientó mayormente a tres tipos de construcciones: palacios municipales, portales de cementerios y mataderos, también diseñó plazas, pórticos, mobiliario urbano, veredas y luminarias en estilo Art Decó.

Semanas atrás, varias de esas obras fueron finalmente declaradas Monumento Histórico Nacional. Entre ellas se encuentran los palacios municipales de Carhué, Gonzáles Chaves y Rauch, así como también los mataderos municipales de Balcarce y Salliqueló.

“Tal vez por su vinculación con el gobernador Fresco, que se identificaba con Mussolini y el fascismo italiano, Salamone fue marginado de los ámbitos académicos y su obra quedó durante décadas en el olvido más absoluto. Apenas si la conocían los vecinos de los pueblos donde la erigió. Pero en los años setenta, una revista especializada de Estados Unidos lo reconoció como el mejor exponente del estilo Art Decó del mundo y muchos empezaron a preguntarse dónde estaba esa obra monumental”, cuenta la arquitecta Marcela Nacarate, quien asegura que emprendió el relevamiento con el propósito de contribuir con su difusión.