El impacto en la realidad

El trabajo de Idesa, siempre sobre la base de los datos oficiales, destaca que estancamiento económico por ahora no está generando aumentos en el desempleo abierto.

Aunque los datos del Indec motivan sospechas de manipulación es altamente probable que reflejen un fenómeno real. Esto es, el ajuste en el mercado laboral no se canaliza vía mayor desempleo sino en gente que, ante la falta de oportunidades laborales, deja de buscar empleo. Este efecto desaliento opera como un desempleo oculto que es medido a través de la caída en la participación laboral.

El estancamiento en la producción produce suspensiones, despidos y escasa generación de nuevos empleos. Bajo condiciones tan adversas, muchas personas asumen remotas las posibilidades de conseguir un empleo y por ese motivo deciden dejar de buscarlo. El caso más frecuente se da entre los potenciales segundos generadores de ingresos de los hogares –cónyuges e hijos que viven con los padres– que optan por declararse inactivos como ama de casa, estudiante o sin trabajar ni estudiar.

Una segunda consecuencia, que todavía no se puede medir con los datos que publicó el Indec, es que mucha gente que pierde un empleo formal apela rápidamente a una ocupación alternativa en la informalidad. Esto también contribuye a que el desempleo abierto no aumente.

La estabilidad en la tasa de desempleo abierto no implica que no haya deterioro en el mercado de trabajo. Desde hace 3 años que la tasa de empleo está estancada induciendo menores tasas de actividad laboral y mayor informalidad lo que implica caída de ingresos para muchos hogares. A esto se suma la erosión que produce la inflación sobre todas las remuneraciones reales.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE