El Partido Conservador, motivo de desconfianza

De cara al referéndum, los defensores de la independencia escocesa han estado empleando una de las principales armas en su arsenal: la extendida desconfianza escocesa hacia el Partido Conservador. Los conservadores, también conocidos como Tories, han gobernado gran parte del tiempo desde el fin de la I Guerra Mundial. Durante un tiempo, Escocia fue incluso un pilar de apoyo: en los comicios de 1955, los conservadores obtuvieron la mitad de los votos y las bancas en Escocia. Para 1997, cuando Tony Blair lideró al Partido Laborista de vuelta al poder después de 18 años, los conservadores fueron arrasados en Escocia. En las últimas elecciones, en 2010, que llevaron a un gobierno conservador en todo el Reino Unido, los tories lograron uno de los 59 escaños en Escocia.

Esa impopularidad, nutrida por los recortes presupuestarios, fue creciendo y aunque el primer ministro británico, el conservador David Cameron, llamó a los escoceses a no utilizar el referéndum para dar una lección a los “malditos tories elitistas”, la campaña por el “Sí” busca aprovechar ese deseo. La pérdida de apoyo conservador en Escocia se remonta a 1979, cuando Margaret Thatcher ganó las elecciones generales y comenzó un período de 18 años de gobiernos conservadores. Las sucesivas gestiones hicieron reformas económicas, que si bien achicaron el Estado y fomentaron el sector privado, tuvieron consecuencias negativas como pérdida de empleos en astilleros y la industria minera. Los efectos fueron muy graves en Escocia, justo cuando llegaban los ingresos del gas y el petróleo del mar del Norte. Para los independentistas, el dinero se malgastó pagando el costo social de las políticas conservadoras como subsidios de desempleo y rebajas fiscales a los ricos. En 1989, Thatcher probó en Escocia un impuesto que cobraba lo mismo a todos al margen de sus ingresos, antes de trasladarlo a Inglaterra y Gales al año siguiente. Los escoceses no se lo perdonaron. Thatcher fue derrocada por su propio partido en 1990, y el impuesto se abandonó con rapidez.

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