Experiencias contadas para atenuar el dolor

Un espacio de pacientes recuperadas acompaña desde el diálogo a quienes atraviesan la misma enfermedad

“QUIENES PASARON POR SITUACIONES IDÉNTICAS PUEDEN AYUDAR, Y MUCHO”, ASEGURAN ESPECIALISTAS

Cada vez más mujeres con cáncer de mama buscan espacios creados por otras mujeres que, habiendo atravesado esa experiencia, saben que “es muy necesario hablar del tema”, acompañarse y buscar alternativas y soluciones a las problemas que afrontan antes, durante y después de superada la enfermedad.

“No es fácil hablar de cáncer. Las mujeres evitan el tema en sus casas, con sus parejas e hijos porque la tendencia es proteger a los suyos, pero necesitan compartir sus miedos y saben que las que ‘ya pasaron por eso’ pueden ayudar, y mucho”, cuenta Irene Marcet, presidenta del Movimiento de Ayuda al Cáncer de Mama (MACMA).

Es así que, con esa finalidad, la entidad viene formando talleres de psico-oncología, grupos de apoyo para hablar del cáncer de mama, asesoramiento médico, acceso gratuito a mamografías para las mujeres que no cuentan con cobertura de obras sociales y prepagas, y hasta un banco de pelucas a préstamo que, según destaca Marcet, “forma parte de lo que para nosotras es la solidaridad”.

COMPARTIR LAS PREOCUPACIONES

Para la psico-oncóloga Sofía Venisio, integrante del equipo que trabaja en MACMA, la terapia se centra en “hablar del tema, para que se sientan contenidas y solucionar algunos temas que les preocupan, que van desde la caída del pelo a la reinserción al mundo del trabajo una vez recuperadas, cuando se alejaron por años de la actividad, lo que no ocurre en todos los casos”.

“Las principales preocupaciones -destacó la psico-oncóloga- pasan por afrontar la enfermedad en sí, la mastectomía (extracción total de la mama) y los efectos no deseados de la quimioterapia, entre otras situaciones”.

Para la especialista, “el proceso terapéutico consiste en trabajar los cambios del cuerpo producto de la mastectomía, como consecuencia del cáncer. La elaboración psicológica del esquema corporal es clave para la recuperación de la paciente, y si la paciente desea realizarse la cirugía reparatoria, también requiere de un trabajo terapéutico”.

“Algunas pacientes piensan en la mastectomía y en la reparación mamaria en forma simultánea, aunque no lo puedan resolver en el mismo momento, y otras se enfocan en la extracción de la mama y no les preocupa tanto que va a pasar después”, agregó Venisio.

En cuanto a los efectos no deseados de la quimioterapia, la profesional enumeró “la caída del pelo (alopesía) y la pérdida de pelo en las cejas, la principal preocupación de esta parte del tratamiento”.

ALTERNATIVAS PRACTICAS

La búsqueda de alternativas para resolver esa falta, muchas veces se resuelve compartiendo los tips que les ofrecen “las que ya pasaron por eso” en los grupos que se abren en la institución.

“La mejor forma de usar un pañuelo o la decisión de raparse la cabeza para hacerse una peluca con el propio pelo -explicó Venisio- son esos temas que se tratan en los grupos de apoyo y con el asesoramiento estético que tanto les hace falta a la mujeres en esta situación, mientras trabajan la problemática en el consultorio psicológico”.

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