Leandro Baseggio

Comprometido con su labor profesional y sus pacientes, emprendedor; sensible, responsable hasta la obsesión. Así describieron al doctor Leandro Baseggio, quien falleció recientemente y dejó una enorme huella por su destacada labor profesional, llevada a cabo con admirable entrega.

Había nacido el 30 de marzo de 1938, en Bahía Blanca, donde cursó sus estudios primarios y secundarios en un colegio salesiano.

Además estudió y practicó violín durante 17 años, esa fue otra de sus grandes pasiones; incluso llegó a ofrecer varios conciertos. En esa etapa nació su amor por la lírica.

Luego llegó a La Plata para ingresar a la Universidad Nacional de La Plata, donde se graduó como médico.

Eligió el ámbito de la neurocirugía, que desarrolló con excelentes resultados. Su carrera profesional tuvo lugar en los hospitales San Martín y Rossi de nuestra ciudad. Luego creó, junto a otros profesionales, el Instituto Médico de Tratamiento del dolor.

Sumamente involucrado en el trato con sus pacientes, casi no se tomaba descanso para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Desde la mañana temprano y hasta última hora de cada noche, recibía consultas de colegas, pacientes y allegados sobre distintas cuestiones vinculadas a su profesión. Sus pacientes lo eligieron siempre por su entrega, por su responsable forma de llevar las historias clínicas y la evolución de cada uno de ellos.

Junto a la medicina le apasionaba la arquitectura. Casado en segundas nupcias con María José Krause, emprendió distintos proyectos en el rubro de la construcción junto a su suegro, Vicente Krause, en los que desplegó su visión sobre la arquitectura, el diseño y el uso de espacios en forma racional.

De joven viajó durante varios meses seguidos por Europa y se interesó por las construcciones vinculadas al teatro, al arte y su devoción por este rubro lo llevó a plasmar su veta de arquitecto y diseñador en proyectos a escala local.

Tuvo siete hijos de su primer matrimonio y también siete nietos.