Tensión en Brasil en plena campaña por la toma de un rehén

Finalmente se entregó un hombre que mantenía esposado a un empleado de un hotel y exigía la renuncia de Dilma

JAC SOUZA DOS SANTOS LE APUNTA CON UN ARMA, QUE RESULTÓ SER DE JUGUETE, AL EMPLEADO DE UN HOTEL EN BRASILIA

Un individuo que se autodenominó “terrorista” y que ayer tomó como rehén a un empleado del hotel en que se hospedaba en Brasilia, al que aparentemente “vistió” con un chaleco con explosivos, finalmente lo liberó y se entregó a la policía, tras arduas negociaciones que se extendieron durante unas siete horas.

El asaltante, identificado como Jac Souza dos Santos (30), fue descripto por la policía como un hombre “joven y perturbado”. Se registró a primera hora en el hotel y un rato después capturó a un empleado al que mantuvo esposado y mientras le apuntaba con un arma.

Fuentes policiales indicaron que, durante las conversaciones para que se rindiera, el sujeto presentó algunas exigencias “incoherentes”, como que se impida a acusados de corrupción participar en los comicios del domingo, cuando los brasileños elegirán un nuevo presidente, a los gobernadores de los 27 estados y renovarán el Congreso. También reclamó la renuncia a la presidencia de Dilma Rousseff y que se extradite a su país al italiano Césare Battisti, un ex activista de izquierda condenado en Brasil por crímenes cometidos en la década de 1970 y al que hace cuatro años el gobierno brasileño le dio categoría de refugiado.

Para facilitar la tarea, la policía desalojó el edificio, situado en el centro de Brasilia, e inició negociaciones con Dos Santos, que en varias ocasiones se mostró armado en el balcón de la habitación en que se hospedaba, y escudado en el rehén. La policía indicó que el arma resultó ser de juguete, mientras analiza si los supuestos cartuchos de dinamita eran reales.

En el momento de los hechos, en el hotel Saint Peter había unas 300 personas, entre huéspedes y empleados. Algunos testigos dijeron a periodistas que, tras secuestrar al empleado, el asaltante golpeó con el arma las puertas de varias de las habitaciones del piso 13 y luego obligó a salir a sus ocupantes, mientras anunciaba un supuesto atentado “terrorista”. Dos Santos sería dirigente del conservador Partido de la República y fue candidato a concejal en la ciudad de Combinado, en el estado de Tocantins (norte del país).

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