Camila, una campeona del reggaetón y de los números

CAMILA BORDA

Campeona nacional de reggaetón, futura profesora de danzas árabes, deportista aficionada. Sin dudas, Camila Borda, con 19 años recién cumplidos y a un trimestre de finalizar la secundaria, tiene una fuerte veta artística y sus músculos bien ejercitados. Pero el que más ha trabajado es “el que no se ve”, excepto en sus excelentes calificaciones y en cada fiesta de la Escuela Media N° 13 de Berisso, donde porta orgullosa la bandera argentina merced a un promedio general de 9,27.

Camila cuenta que con el tiempo se hizo una rutina de estudio. Y es que además de tener varias actividades extraescolares, sus días empiezan muy temprano.

“Para llegar a las 7 y 20 al colegio tengo que madrugar, porque vivo en el barrio Santa Cruz de Berisso (18 y 149), bastante lejos de 60 y 123”, donde se levanta la Media 3, vecina de la Universidad Tecnológica. “Cuando vuelvo a casa -continúa-, almuerzo y le dedico a la escuela unas 3 ó 4 horas diarias”, comenta, y añade que cree que eso la ayudará a organizarse el año que viene, cuando pise las aulas de la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP para estudiar la carrera de Contador Público.

El idilio de Camila con la bandera nacional empezó en el jardín de infantes. En la primaria, que cursó en la Escuela 6, le fue “muy bien”. Y en la secundaria básica, que realizó en la céntrica Escuela 3 de la ciudad ribereña, fue abanderada durante los tres años. De allí, a la Media de avenida 60 para completar el ciclo superior en la orientación Administración y Gestión de las Organizaciones.

“En este colegio me reencontré con muchas de mis compañeras de primaria, hoy mis amigas. Con ellas compartimos lindos años, en una muy buena escuela, donde reina el compañerismo y donde los profesores te ayudan y te incentivan siempre a seguir la universidad”, enfatiza la abanderada, quien dice que “salir a bailar” y “reunirnos a tomar mate y charlar” son las actividades que más disfruta con ellas.

La joven berissense confía que siempre tuvo debilidad por las matemáticas, que le gusta “aprender” y “explicar, tanto a los profesores como a mis compañeros”, como así también “desarrollar proyectos, como uno en el que ideamos junto con una amiga una empresa de ropa deportiva”, recuerda.

Pero lejos de las aulas, la vida de Camila se centra en el baile y el deporte. Cuenta que “hasta los 15 años participé en la colectividad árabe de Berisso, luego me fui y, desde hace dos, comencé a estudiar profesorado de danzas árabes en una academia”, una carrera de dura 5 años.

Pero no todo termina allí ni mucho menos. A los 14 comenzó a bailar reggaetón en un gimnasio, y hace poco se consagró campeona nacional en una competencia por equipos.

“Aparte salgo a correr a la plaza Almafuerte (justo frente a la escuela donde hizo la primaria) y también voy a otro gimnasio a realizar actividad física”, relata.

En el barrio Santa Cruz vive con su madre, Griselda Borda (39), y su hermana menor Sofía (16), quien cursa el secundario básico en la Escuela 3, siguiendo sus pasos. “Somos muy unidas. Nos llevamos muy bien y ayudamos a mamá con las cosas de la casa”, deja caer Camila.

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