Gimnasia: un paso atrás ante Rafaela
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2014 | 00:00
COMENTARIO
PorWALTER EPISCOPO
Hasta el accidente del penal por la clara mano de Juan Quiroga formó parte de un libreto que tenía como desenlace la caída. Porque aún sin jugar bien, hasta que llegó el segundo gol de la Crema de tiro penal, los de Troglio atesoraban la ilusión de salvar la ropa y traerse al menos un empate hacia nuestra ciudad.
Por esas cosas del destino, al minuto de juego Vegetti perdió una chance clara de gol. Fue el presagio de que la tarde venía torcida para el Lobo. A partir de allí, Rafaela le llegó mucho, Miloc no tenía compañía para contener y el mediocampo tripero se convirtió en una autopista sin peaje.
Apenas algunas respuestas aisladas, como la que acabó en el buen disparo de Mendoza desde afuera, generó Gimnasia. El dueño de casa ejerció un dominio claro en el último cuarto de hora del capítulo inicial y mediante un centro cruzado (ese tipo de balones dañó mucho a un fondo tripero que hizo agua) que tuvo un cierre mal calculado por Oreja, Albertengo puso el 1 a 0 percial.
PERDONAR NO ES GRATIS
Antes del cierre del primer tiempo, Bonifacio le perdonó la vida a la Crema. Era la chance ideal para que el Lobo soñara con marcharse al descanso con otro ánimo, con un empate que le hubiera dado alas para pelear el complemento de otra manera.
El complemento encontró, otra vez, a un equipo tripero que, aún con las carencias de un plantel al que no le sobra nada, se puso dos veces a tiro del empate. El pibe Bonifacio perdió otra ocasión y luego Vegetti mandó a las nubes una posibilidad inmejorable.
Los defensores nunca achicaron espacios y así y todo perdieron más de una vez a sus espaldas. En el medio faltó contención, el equipo no tuvo equilibrio
Mientras tanto, Monetti hacía lo imposible por sostener su arco, porque en el plano de la contención los desajustes seguían a la orden del día del lado albiazul.
El Lobo se equivocó en su área y perdonó en la ajena. Lo más llamativo es que lo hizo más de una vez, fue casi una constante a lo largo de los noventa minutos.
SE ACABO EL PARTIDO
El último cuarto de hora estuvo de más. Con un hombre menos, los de Troglio apuntaron más a evitar la goleada del local que a buscar un empate casi imposible.
Gimnasia sigue sin encontrar la regularidad en el campeonato. Todo le cuesta una enormidad y se volvió de Rafaela con las manos vacías. Habrá mucho trabajo por delante. En lo futbolístico y, sobre todo, en el plano anímico.
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