“El Código Enigma”: la guerra desde los escritorios

EL ACTOR EN LA PIEL DE ALAN TURING, EL HOMBRE QUE DESCIFRÓ EL CÓDIGO DE COMUNICACIONES NAZI, EN “EL CÓDIGO ENIGMA”

Cuando todavía no existían las computadoras personales, en días de máquinas analógicas sin procesadores, aunque capaces de calcular miles de variables, la guerra era un asunto desarrollado principalmente en el campo de batalla y no, como en la actualidad, en los cuarteles, enviando drones sin pilotos desde miles de kilómetros de distancia para alcanzar (o intentarlo, a veces con desastrosas consecuencias) a objetivos específicos.

De algún modo, “El Código Enigma” (en cines desde el jueves) muestra el comienzo del fin para el enfrentamiento cuerpo a cuerpo: mientras miles de soldados sacrificaban sus vidas, en una oficina inglesa disfrazada de fábrica de radios varios académicos intentaban descifrar el imposible código con que los alemanes enviaban sus comunicaciones.

Uno de ellos era Alan Turing, padre de la computación moderna y gran responsable de romper el código y ganar la guerra, conociendo, durante dos años, todos los movimientos alemanes y eligiendo que operaciones frustrar y cuáles permitir, a modo de no levantar la perdiz.

La película repasa la vida de Turing desde su llegada al ejército hasta su muerte, un aparente suicidio que muchos (aunque no es unánime) han leído como una decisión empujada por su condición homosexual, un delito entonces. Turing fue perdonado en 2013 por la realeza británica y su legado se rescata en este filme que recorre su matrimonio, su relación con sus colegas y, por supuesto, el intrincado proceso mediante el cual, como un Quijote, Turing construye la máquina contra los deseos de oficiales y colegas y consigue, finalmente, descifrar el código Enigma.

Algunos detractores han señalado que la película no es un recuento demasiado fiel y que el científico, en realidad un personaje afable que disfrutaba del trabajo en equipo, es retratado en clave “Una mente brillante” como un solitario y torturado hombre de conductas autistas. Sea cual sea la verdad, el rol a la medida del Oscar le queda de maravilla a Cumberbatch, quien ya fue nominado a los Globo de Oro y ahora busca su primer Oscar.

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