Dos motochorros tienen en vilo a la comunidad de una escuela

Los motochorros se han convertido en un problema para el que las autoridades no parecen acertar soluciones. Escurridizos y rápidos, atacan en viviendas, comercios y la calle.

Actúan en todos los barrios, en pleno centro tanto como en la periferia, y en las últimas horas los vecinos de un sector de Los Hornos quedaron a merced de esta modalidad que parece haberse instalado sin importar la cercanía con la comisaría de la jurisdicción: es la zona comprendida entre las calles 62 y 63, de 137 a 139.

Del 2014 hasta hoy esas calles han sido escenario de varios robos, pero los comerciantes y vecinos advirtieron un recrudecimiento del problema en las últimas horas. Según dijeron, del lunes pasado hasta ayer sucedieron cuatro hechos, algunos ciertamente violentos.

Los primeros tres fueron asaltos que ocurrieron en 139 entre 62 y 63, donde funciona la Escuela Técnica N º3. Y todas las víctimas están ligadas con esa institución: fueron un docente, un auxiliar y un alumno. Se presume que los autores son los mismos.

De hecho, podría decirse que los episodios fueron prácticamente idénticos, salvo, claro, por los damnificados. Los tres fueron casi en el mismo lugar -a mitad de cuadra-, a la misma hora -entre las 14.50 y las 15.40- e involucraron a dos ladrones en una moto negra sin patente ni luces.

UNA 9 MILIMETROS “BRILLANTE”

En la moto iban dos personas, ambas a cara descubierta. Al momento del asalto uno de los ladrones bajó y, esgrimiendo una 9 milímetros que los testigos describieron como “brillante”, amenazó a sus víctimas.

La primera de la seguidilla fue una auxiliar de la escuela que caminaba junto a una compañera e intentó resistirse al asalto. Cuentan los testigos que a pesar de tener un arma en el pecho la mujer intentó escapar, aunque al ver que su compañera se descompensaba por los nervios, terminó entregando todo lo que tenía.

Del asalto al alumno de ese establecimiento es poco lo que se sabe. Sólo trascendió que el joven había ido a rendir una materia que tenía previa y que, luego de salir del colegio, fue atacado por estos motochorros. Una vecina de la cuadra vio todo y llamó a la policía. Los uniformados, afirmaron los vecinos, llegaron cuando “ya no quedaba nada para hacer”.

El tercer robo sucedió ayer. La víctima fue un profesor que también trabaja en la Escuela Nº3. Los ladrones, que procedieron igual que en los otros casos, le sacaron la billetera y el celular. “Lo peor no es la plata; es el momento que te hacen pasar, y perder las tarjetas y los documentos”, dijo la víctima, pidiendo mantener su nombre en reserva.

EN EL KIOSCO TAMBIEN

El cuarto golpe que habrían acertado estos delincuentes fue en un kiosco ubicado a unos pocos metros de la esquina de 137 y 62.

Allí también sufrieron un robo perpetrado por dos motochorros, cuyas descripciones físicas coinciden con la de los ladrones de los tres casos anteriores.

Precisamente, este ilícito sucedió el jueves a la tarde, alrededor de las 18. Uno de los ladrones se metió y con una pistola -casualmente nueve milímetros-, amenazó a la dueña del local y le sacó la recaudación del día. Los damnificados no pasan por alto que todo esto sucedió a muy pocos metros de la comisaría Tercera, que funciona en 137 entre 61 y 62.

“Ya desde el año pasado son constantes los robos por acá. Agarran a los pibes que salen y les roban lo que llevan encima”, lamentaron las autoridades de la escuela. Un profesor de la Técnica reclamó con fuerza: “Necesitamos custodia, que nos protejan, porque esto va a terminar con un pibe muerto”.