Penuria vecinal por la falta de agua en 19 y 51

“Empezó a haber cada vez menos presión; es algo que nunca nos había ocurrido, así que costó acostumbrarse”. Para los vecinos de avenida 51, a metros de plaza Malvinas, el arribo de un problema que es moneda corriente para muchos platenses fue toda una sorpresa. Ahora se cuentan entre los miles de damnificados por las falencias del servicio de agua corriente, y exigen soluciones.

Todo comenzó a a mediados de diciembre pasado. “Nos llamó la atención”, recordó Elizabeth Merzdorf, de 51 entre 18 y 19, “porque a pesar de tener comercios, un restaurante y un hotel, nunca se sintió que las redes no alcanzaran a cubrir la demanda”.

“Para lavar ropa dependemos del lavadero, para tomar y cocinar no queda otra que comprar”, dicen los vecinos de plaza Malvinas

Cuando el agua comenzó a escasear, la vecina y su grupo familiar debieron, como muchos otros, adaptar su rutina para amoldarse a la situación. Pero en enero las cosas empeoraron.

“De un hilito de agua pasamos a la sequía total” subrayó Merzdorf, “las tuberías llenas de aire durante el día y apenas algo de agua a la noche, pero ni siquiera lo suficiente para llenar el tanque a la mitad”.

UN RATO DE AGUA CADA DIA

Quienes viven en la zona aseguran que “como mucho, el agua que se junta dura hasta el mediodía, pero normalmente a la mañana ya no tenés nada de agua. Y ABSA nos dice que el problema está en el interior de nuestras casas, algo que es absurdo que le pase a todo el mundo al mismo tiempo”.

“Me siento totalmente defraudada porque nosotros pagamos el servicio religiosamente”, manifestó Merzdorf: “no se puede vivir así, no recibir el servicio nos tiene trastornados”.

A la hora de bañarse, muchos acuden a las casas de sus familiares; para algunos frentistas esto implica recorrer largas distancias, perdiendo tiempo valioso todos los días.

“Para lavar la ropa tenemos que depender del laverrap, y para beber agua y cocinar tenemos que comprar” se expresó, “y es imposible usar los sanitarios con normalidad. Creemos que se rompieron dos de las bombas instaladas en el parque San Martín, pero como ABSA no responde no sabemos a qué atenernos.

BUSQUEDA INFRUCTUOSA

Desde Aguas Bonaerenses se afirmó ayer que “la zona ya está siendo verificada con el objetivo de encontrar el origen de los inconvenientes que denuncian los vecinos”.

Sin embargo, al cierre de esta edición, desde la empresa del Estado provincial que gestiona las redes de agua potable y cloacas en la Región se admitió que las cuadrillas aún no habían logrado hallar la causa de los problemas.