El periodismo en la sangre

No sólo llevan el mismo apellido sino que, además, comparten la pasión por el periodismo y las horas (y lugar) de trabajo: Diego y Alfredo Leuco, Miguel y Nicolás Wiñazki y Mauro y Jonatan Viale, algunos ejemplos de padres e hijos con más cosas en común que la sangre que corre por sus venas.

LOS LEUCO

Columnista y reemplazo de Jorge Lanata cuando no está frente al micrófono de Radio Mitre, panelista de “El Diario de Mariana” (El Trece) y conductor del ciclo radial “Volviendo a casa” (lunes a viernes de 19 a 21 también en la A.M 790), Diego Leuco es un ascendente periodista político, una pasión heredada de su padre, Alfredo, con quien todos los días protagoniza un comentado pase radial, algo muy pocas veces visto en una emisora líder.

El año pasado, el hijo colaboró con el padre en la versión televisiva de “Le doy mi palabra” por Canal 26 y este año, aprovechando el despegue que en los últimos meses alcanzó Diego, TN los convocó a los dos para ofrecerles “Los Leuco”: el flamante envío que se sumó a la grilla nocturna de los martes a las 22 bajo el lema “El mismo apellido. Distintas miradas sobre la realidad del país”.

“Es lindo compartir con tu papá lo que te gusta y encima en un lugar tan importante”, aseguró Leuco Jr. sobre esta experiencia que vive normalmente “como cualquier padre que comparte una salida o juega a la pelota con su hijo”. De todos modos, el joven que apenas pisa los 30 aclaró que puede tener su lado negativo: “Cuando uno va a trabajar con su papá puede pasar que los límites sean difusos, porque a veces te habla como padre y no como compañero de laburo”.

Para Alfredo, quien en el pase radial lo despide con un “Cuidate, changuito”, hacer un programa con su hijo era el sueño de su vida, según contó recientemente sobre el origen de esta nueva propuesta del cable en la que las dos generaciones están bien representadas. “El programa tiene varios escenarios: uno que es muy de él (Diego), moderno, con pantallas que tocás y se abren. Y otro que es el mío, un escritorio más formal... La idea es potenciar el cruce de miradas, complementarnos desde ahí”, confesó el periodista cordobés.

LOS WIÑAZKI

“Con los Leuco compartimos esta cuestión paterno-filial y la pasión el periodismo: esta adicción que para nosotros es el periodismo. ¿Lo que aporta este tipo de equipos unidos por lazos de sangre? La honestidad intelectual absoluta. Yo jamás voy a decirle a Nico algo en lo que no pienso ni creo, ni a la inversa”, dijo el periodista y escritor Miguel Wiñazki quien desde principios de mes conduce junto a su hijo Nicolás “La noticia deseada”, todos los días, de 23 a 24, por Radio Mitre.

Padre e hijo ya habían compartido pasión y horario laboral en “La Dueña”, el libro que escribieron juntos sobre “la historia secreta de cómo una niña con un padre ausente se transformó en la Presidenta más rica, más poderosa y más confrontativa de la Argentina”.

“Para mí es un honor y un desafío laburar con mi viejo”, confesó Nicolás, el joven que trabaja con Lanata, tanto en la tele como en la radio, y al que su orgulloso padre definió como un “investigador nato”.

Esta experiencia, para Wiñazki padre, es fantástica y bromeó al respecto: “El periodismo practicado de este modo es para mí una forma de ejercitar la paternidad por otros medios. Sólo que en este caso el jefe es mi hijo. El decide, ordena y resuelve. Yo puedo protestar un poco, pero al fin hago lo que Nico dice. Nos reímos mucho trabajando”.

LOS VIALE

Otro que comparte profesión, pasión y trabajo es Jonatan Viale con su papá, el famosísimo Mauro. A los dos se los puede ver en las mañanas de América 24, en “Mauro 360”, y a junior, por su cuenta, también se lo encuentra en las tardes de América, como panelista de Santiago del Moro en “Intratables”.

“Lo bueno de trabajar con mi papá es que podemos hacer periodismo con miradas culturales, sociológicas y políticas diferentes, hacemos un juego de roles que creo que al público le gusta. A la gente le divierte que traslademos lo mismo que puede pasar en el living de nuestras casas a la tele”, advirtió Jonatan.

Respecto a la parte mala de trabajar con papá, el joven Viale contó entre risas que “cada vez que nos diferenciamos en algún debate no me invita a comer” y reveló que al principio no le gustaba ser “el hijo de”, una etiqueta que se sacó con el tiempo: “Me pude diferenciar. Ahora tengo mi propia forma de ver las cosas”.