Agua termal Belleza en spray

Al proceder de fuentes termales, las aguas termales contienen una serie de minerales que cuentan con importantes propiedades naturales. Entre ellos están el manganeso, de propiedades hidratantes y antioxidantes; el cobre, que es anti-inflamatorio y antiséptico; el magnesio, que es un estimulador de la renovación celular; el zinc, regenerante y antibacteriano; el selenio, empleado por sus cualidades antioxidantes; el calcio, de efectos cicatrizantes y el hierro, que facilita la oxigenación celular.

Se consiguen en perfumerías y en farmacias. Su presentación es en spray.

Se pueden usar en cualquier momento del día. Al despertar, energizan la piel y ayudan a activar la circulación sanguínea.

Por la noche, son aliadas para retirar el maquillaje y conseguir una perfecta limpieza del cutis.

Durante el día, cada vez que la piel lo necesite: en caso de enrojecimiento y acaloramiento, para refrescarla o descongestionarla después de haber estado expuesta al frío, al sol o a la sequedad del aire acondicionado.

También es muy efectiva para suavizar los rasgos de fatiga.

Todas estas son razones más que suficientes para incluirla en tu neceser de belleza. Es más, sus beneficiosos efectos terapéuticos la convierten también en un complemento perfecto para cuidar la piel de toda la familia.

Gracias a su contenido de zinc, cobre y selenio activa la síntesis de colágeno y elastina y reduce el tiempo de curación de heridas superficiales. Es apta para raspones y erosiones varias.

Combate el envejecimiento prematuro. Su contenido de magneso y manganeso protege las membranas celulares de la oxidación causada por los radicales libres.

Se pueden usar en cualquier momento del día. Al despertar, energizan la piel y ayudan a activar la circulación sanguínea. Por la noche, son aliadas para retirar el maquillaje y conseguir una perfecta limpieza del cutis.

Alivia sarpullidos en los chicos. Es frecuente que la transpiración cause sarpullidos en la piel de los bebés y los niños, especialmente en el cuello, los pliegues y la espalda. Aplicar una bruma de agua termal alivia las molestias y reduce la aparición de granitos.

Tras la depilación, el afeitado o los peelings químicos que dejan la piel enrojecida y sensible, una pulverización de agua termal estabiliza el pH, ayuda a la regeneración y elimina esa incómoda sensación de quemazón.

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