Un problema que crece y se agrava

La figura de mediador vecinal se crea en un contexto en que la violencia barrial se ha incrementado fuertemente y con la necesidad de la existencia de un actor proveniente de las organizaciones intermedias para contribuir a contener el flagelo y fomentar el diálogo.

Un informe de la ONG Defendamos Buenos Aires reveló que se abren por hora unos 32 expedientes en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia por “conflictividad vecinal”. Y en la Provincia hay un promedio de 22 riñas entre vecinos por hora, que suelen llegar a través del servicio de 911.

Más grave aún: según estadísticas de la Procuración, del 66% de los 1.500 homicidios cometidos en 2014 en la Provincia, un total de 987 fueron motivados en conflictos interpersonales o intrafamiliares.

Y existen casos testigo: en diciembre un vecino mató a otro en Escobar porque su perro había atacado al caniche de su novia, y en febrero una madre y su hijo murieron luego de una disputa con vecinos con los que se peleaban por problemas de convivencia de larga data.