Denuncian amenazas a un vecino de El Peligro

Un vecino del barrio El Peligro, que integra el denominado “comando civil armado contra los robos”, denunció ayer en diálogo con este diario haber sufrido una grave amenaza contra su persona.

Si bien prefirió no dar demasiados detalles del episodio, este habría sido de tal magnitud, que ahora teme por su vida.

Se trata de Osmar Alvarez (58), quien, por seguridad, tuvo que sacar a toda su familia de la casa que habita en esa zona de la Ciudad.

“Yo me quedé y ahora necesito que me pongan una custodia. Esto así no puede seguir más”, reclamó.

“Vamos a ver qué pasa esta noche -por la de ayer-. Tengo que tomar precauciones. Hace días que prácticamente no duermo. Si me tiro un rato, debo poner compañeros a mi alrededor”, indicó.

Al parecer, en las últimas horas Alvarez habría sido blanco de una supuesta persecución, seguimiento o apriete, que le colocó en una situación jamás pensada, de absoluta indefensión.

“Evidentemente molestó lo que hicimos. Pero ya no podemos volver para atrás. Los robos nos estaban volviendo locos y reaccionamos en defensa de nuestra gente”, aclaró.

Seguidamente, el productor rural mencionó que “tengo dos propiedades abandonadas y ni siquiera puedo ponerme a trabajar. Es terrible”.

Respecto de las personas que lo habrían amenazado, Alvarez dio señales de conocerlas o saber de dónde vienen. Pero prefirió callar y esperar los próximos acontecimientos.

Se sabe que ya mantuvo varias reuniones, incluso con representantes de un foro de seguridad, que le brindaron asesoramiento y contención.

En definitiva, lo que los vecinos hicieron fue poner en marcha un comando civil “ante la falta de respuesta ante el accionar delictivo.

“No estamos para seguir soportando esa situación”, se justificó Alvarez, justo antes de pedir que “se pongan en nuestro lugar y entiendan que estamos abocados a nuestra seguridad”.

“Nosotros somos civiles y nos metemos en la villa, pero esa tarea tendría que cumplirla la Policía”, habían denunciado. “Yo mismo pregunté qué solución nos podían dar y no supieron qué contestarnos”, concluyó Alvarez sin saber que, poco después, iba a estar inmerso en uno de los momentos más difíciles de su vida.