Massa y De Narváez le meten presión a Macri

Buscan potenciar su presencia en el Conurbano y forzar al alcalde porteño a dar el OK para una Paso de la oposición

Moreno, Vicente López, Lomas de Zamora, Hurlingham. Sergio Massa intensificó en los últimos días sus actividades proselitistas en el Conurbano bonaerense, donde se encuentra el grueso de sus potenciales votantes. Y lo hizo junto a Francisco de Narváez, el principal aspirante del Frente Renovador a la Gobernación. La dupla busca de ese modo presionar a Mauricio Macri para que acepte sumarlos a una primaria amplia de la oposición contra el kirchnerismo.

La estrategia conjunta de Massa y De Narváez, según pudo saber EL DIA, es fortalecer al FR en el Gran Buenos Aires de tal modo que Macri y su entorno se terminen convenciendo de que deben negociar con ellos antes del cierre de las alianzas electorales prevista para el 10 de junio, para no terminar allanando el camino triunfal al Frente para la Victoria. Hasta ahora, el alcalde porteño clausura esa alternativa, que exploró su armador territorial Emilio Monzó.

Macri se inclina, en cambio, por escuchar los consejos del asesor en jefe del PRO Jaime Durán Barba, así como también del influyente secretario del Gobierno porteño, Marcos Peña. Ambos quedaron fortalecidos tras la resonante victoria de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO de la Capital sobre Gabriela Michetti. Y se presentan como los adalides de que el macrismo se mantenga “lo más amarillo posible”, pese al acuerdo vigente con la UCR y la Coalición Cívica.

“Massa no es parte de esta propuesta nacional”, cortó ayer por lo sano el alcalde porteño.

Ante cada sugerencia de sus propios seguidores para que sea candidato a gobernador, el líder del FR responde tajante: “Esto no es para un eyaculador precoz”. Con su particular estilo, da a entender así que está dispuesto a estirar todo lo que sea necesario cualquier negociación, aunque se extienda hasta el límite de las fechas del cronograma electoral, lo mismo que hizo en 2013.

Puertas adentro del búnker de Tigre, Massa reconoció que está tercero a nivel nacional, detrás de Daniel Scioli y Macri. De todos modos, exhibió días atrás ante sus colaboradores los resultados preliminares de una encuesta de 2.400 casos, realizada en forma presencial en todo el país, que lo ubica “a un punto y medio del jefe del PRO y a cuatro del Gobernador, todos debajo de los 30 puntos” de intención de voto. En el Conurbano, pasaría al segundo lugar.

De ahí que la carta principal de Massa para que Macri ceda a habilitar una PASO amplia es su performance en las secciones Primera y Tercera del Gran Buenos Aires.

Massa y De Narváez, que afianzaron su relación tras el portazo de Darío Giustozzi, estarían convencidos de que el escenario electoral aún no está definido, porque falta determinar el rol que jugará Cristina Kirchner. Según entienden ambos, en algunos distritos clave del Conurbano la Presidenta “mide mejor que Scioli”. Y se preguntan: “¿Qué pasaría si fuera candidata a gobernadora o diputada?”. La respuesta es que Macri va a tener que negociar con ellos.

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