Gimnasia consolida el repunte con individualidades que van creciendo

Si Rojas mantiene el buen nivel que mostró, propiciará un salto de calidad muy esperado

Por MARTIN MENDINUETA
OPINION

Este “Lobo” de Pedro Troglio es un típico exponente de la clase media argentina. Con virtudes y defectos que ayudan a describirlo, sale a “pelear” todos los partidos buscando un futuro dulce que le depare estabilidad en los balcones más cercanos a la punta y hasta algún premio seductor.

Puede dañar, tiene con que hacerlo y se lo demostró a Quilmes generándole una catarata de situaciones bien claras para marcarle todavía más goles. También, es posible que lo lastimen. El segundo gol de Claudio Bieler lo encontró marcando mal en el final de la fila; pero además, que a Julio Falcioni y compañía se les haya cruzado por la mente que estuvieron cerca del empate, no fue una mera ilusión y ocurrió más por defectos del “Lobo” que por méritos de su rival.

Bastante alejado de los representantes del proletariado, que no saben si podrán mantenerse en el círculo privilegiado, y no tanto de los que ambicionan protagonismo, Gimnasia todavía puede crecer. El mejor ejemplo lo personifica Jorge Rojas. El paraguayo pagó el último viernes una buena cuota del fútbol simple, vertical y claro que le está debiendo al equipo.

¡Ahora sí fue incisivo y peligroso por la banda derecha! Desde aquella gran victoria en la Bombonera (última fecha del torneo anterior), que no aparecía en una dimensión tan prometedora.

Estuvo cerca del gol, pero todavía más de ese volante que el director técnico defiende paternalmente de las críticas más severas. Si consigue estacionarse en este elogiable nivel de rendimiento, será muy bueno para él, obviamente, aunque también le otorgará al mediocampo un cariz riesgoso para cualquier oponente.

Ultimamente, casi todo el repertorio de gestación ofensiva recaía sobre la talentosa delgadez de “Nacho” Fernández (él también fue figura), y está claro que no es lo más conveniente.

Si Maximiliano Meza llega a recuperar un treinta por ciento más de aquel que supo “enamorar” a los hinchas, y, al mismo tiempo, Rojas mantiene el protagonismo que tanto preocupó a Quilmes, Gimnasia tendrá argumentos sólidos como para ubicarse entre los de “clase media acomodada”.

MAZZOLA CUMPLIO

Pesada responsabilidad tenía el reemplazante de Pablo Vegetti y no defraudó a los que confiaron en él. Su eficacia para poner el partido dos a cero (recién iban 11 minutos de juego) le quitó presión. No subió al podio de los más destacados; sin embargo, volvió a su casa sabiendo que en Córdoba, frente a Belgrano, volverá a estar entre los titulares.

Cuando regresó Rodrigo Contreras, pensé que todo se le iba a complicar a Nicolás Mazzola. ¡Error! En el momento de mayor exigencia, cuando los pronósticos en la competencia por el puesto de delantero central no lo daban como favorito, sedujo a Pedro y se metió en el equipo. Todos sabemos que nunca hay que aflojar y también repetimos que, tarde o temprano, la perseverancia en el trabajo bien realizado trae frutos. Bueno, Mazzola simplemente lo puso en práctica. Podrá durar un suspiro o quedarse con el tan seductor puesto hasta fin de año, eso no lo sabe nadie; lo que sí está claro es que los suplentes alguna vez dejan de serlo.

DOS PARA TRIUNFAR

No hay equipo que pueda mejorar sin apoyarse en al menos un puñado de buenos rendimientos individuales. El “Lobo” lleva siete partidos sin perder, entre otras cosas, por lo bien que están Ignacio Fernández y Nicolás Navarro. El conductor y el arquero volvieron a ser puntos clave para construir la victoria.

“Nacho” terminó mal algunos ataques pero su enorme valentía para hacerse cargo de la pelota y, sobre todo, de transformarse en el eje creativo, lo ubican en un plano de vital importancia. Rojas creció, Meza inquietó, Alvaro Fernández falló y Mazzola la embocó. A todos los unió un hilo imperceptible manejado por el chico que nunca siente vergüenza ni miedo de pedir el balón. Se ha vuelto natural que sea él quien maneje las opciones de ataque. Asumir esa responsabilidad ya lo convierte en un jugador necesario.

Por su parte, Navarro también hoy es indiscutido. Pareciera que nada lo estresa. Deja la impresión de estar disfrutando a pleno ser el arquero de Gimnasia. El cabezazo de gol que le desvió a Joel Carli constituye una medalla que no se puede obviar en el reparto de méritos.

Gimnasia era el favorito ante Quilmes y consiguió ganar. La angustia del final pudo haberla evitado. Esos nervios innecesarios le recordaron que a los equipos de “clase media” nada les cuesta poco.

Claudio Bieler
Jorge Rojas
Julio Falcioni
locuratripera
MARTIN MENDINUETA
Maximiliano Meza
Nicolás Mazzola
Pablo Vegetti
Pedro Troglio
Rodrigo Contreras

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