En la Provincia operan gratis a pacientes con Parkinson

El Parkinson no tiene cura, pero se puede tratar con opciones que incluyen la medicación pero también la cirugía, a través de un dispositivo que se coloca en el sistema nervioso central y permite a los afectados por los temblores y la rigidez retomar el control de sus cuerpos.

Y recientemente, se incorporaron en hospitales públicos de la Provincia estas operaciones, llamadas de neuromodulación, sin costo para el paciente, para problemas como el Parkinson, pero también dolores crónicos post-infarto, de columna, o del miembro fantasma luego de una amputación.

La neuromodulación es un procedimiento que mejora la calidad de vida de los pacientes con Parkinson mediante la implantación de una especie de marcapasos en el sistema nervioso.

“En ocasiones el dolor se convierte en una enfermedad independiente e invalidante -señaló el coordinador del programa de Neuromodulación de la Provincia, Juan Carlos Andreani- y cuando la farmacología falla hay otra opción que ayuda a mejorar la calidad de vida, ya que con la neuromodulación, la región afectada se manipula mediante la colocación de electrodos para la estimulación cerebral. Estos envían impulsos eléctricos al cerebro para inhibir las señales erróneas de las neuronas dañadas y restablecer el equilibrio”.

Actualmente, el programa que coordina el neurocirujano Juan Carlos Andreani, junto a los especialistas Fabián Piedimonte y Guillermo Larrarte, tiene sede en el hospital Balestrini de La Matanza, uno de los centros de salud que junto con el de General Rodríguez y el de Lanús realiza este tipo de intervenciones.

LOS EFECTOS DEL PARKINSON

La enfermedad de Parkinson suele aparecer a partir de los 60 años, más en los hombres que en las mujeres. Pero en algunas ocasiones aparece en personas jóvenes, como ocurrió con Michael Fox, el protagonista de Volver al Futuro, que fue diagnosticado a los 30 años o con el célebre Muhammad Alí, que recibió la noticia a los 42.

Problemas de equilibrio y coordinación, temblores, lentitud en el habla y rigidez en brazos y piernas son algunos de los síntomas de este trastorno descrito por primera vez en el siglo XIX por James Parkinson.

Normalmente, un grupo de neuronas produce una sustancia química llamada dopamina que envía señales para coordinar los movimientos. Pero cuando esas neuronas mueren o comienzan a funcionar inadecuadamente, aparecen los signos del Parkinson.