Horror en Nueva York: 7 hermanos encerrados por 14 años
| 22 de Agosto de 2015 | 03:04

NUEVA YORK.- Durante 14 años los siete hermanos vivieron virtualmente aislados del mundo en un departamento en Nueva York ya que nunca asistieron al colegio, su madre los educó en la casa, y su padre -que tenía la única llave de la puerta del departamento- rara vez permitía que los seis varones salieran solos. La hermana y la madre jamás salieron de la casa.
EL MUNDO DESDE LOS VIDEOS
Para pasar el tiempo, los seis hermanos Angulo se volcaron al cine, hacia la colección de videos de su padre.
Mirando películas una y otra vez, memorizando los diálogos y recreando los personajes de sus cintas favoritas de Hollywood, formaron su visión de un mundo que rara vez habían visto.
“Creo que la intención de nuestro padre era protegernos de los peligros y el crimen que él veía en el mundo exterior. Y nunca nos alentaron a comunicarnos con la sociedad”, según relató Mukunda Angulo en una entrevista a la BBC, en un caso que acaba de conocerse tras un documental que lo sacó a la luz. “Creyó que podía hacerlo manteniéndonos aislados y apartados de cualquier interacción con el crimen y peligros que estaban ocurriendo en el exterior”.
Son hijos de Oscar, que nació en Perú, y Susanne, quienes se conocieron en Machu Picchu cuando ella, una hippy estadounidense que viajaba por Sudamérica, se encontró con el peruano guía de turistas en la “Montaña Vieja”.
UN CAS0 INCREIBLE
Ahora el mundo conoce la increíble historia de los hermanos Angulo gracias al documental: “The Wolfpack”, (”Manada de Lobos”) dirigido por la estadounidense Crystal Mosselle.
Los seis hermanos Angulo, cuyas edades van de los 16 a los 24 años son Bhagavan, Govinda y Narayana (que son gemelos), Mukunda, Krsna, Jagadisa, y la hermana mayor, Visnu -que según se ha dicho- sufre un trastorno genético que afecta el desarrollo.
La pareja se estableció en el Lower East Side de Manhattan, Nueva York, en un edificio de viviendas de ayuda social.
Lo que ahora se sabe es que Oscar, que nunca trabajó “por razones filosóficas”, pensaba que el mundo era potencialmente inseguro y prefería que su familia permaneciera aislada dentro del hogar. El único ingreso que recibía la familia era la compensación que la ciudad de Nueva York le daba a Susanne por educar a los niños en la casa. Sólo salían en verano. A veces hubo hasta nueve salidas al año. En otras ocasiones sólo una. Y hubo un año en que no salieron nunca. Lo más singular es que el caso se produjo en Nueva York, una de las ciudades más populosas del mundo.
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