Científicos plantean que el Universo podría ser falso

Una famosa película de finales de los años 90, The Matrix, planteaba la posibilidad de que la humanidad viviera dentro de una simulación computarizada gigante. Sin embargo, ahora ya no es una película de ciencia ficción, sino algunos físicos, cosmólogos y otros científicos quienes plantean la posibilidad de algo parecido. Algo así como un Universo falso.

Es que esta idea de que el Universo pueda ser una gran simulación tiene algunos simpatizantes de alto perfil.

En junio de este año, por ejemplo, el empresario en tecnología Elon Musk señaló que las probabilidades de que estuviéramos viviendo en una realidad objetiva eran “una en mil millones”.

En esa misma línea, tanto Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Estados Unidos, como el gurú de las máquinas inteligentes, Ray Kurzwell, sugieren que “a lo mejor todo nuestro universo es un experimento de ciencia de un estudiante de secundaria en otro universo”.

Ninguno de ellos cree que somos seres físicos atrapados en una realidad falsa, como en The Matrix. En cambio, hay al menos dos formas en que es posible que el universo que nos rodea no sea real.

El cosmólogo Alan Guth ha sugerido que el universo puede ser una especie de experimento de laboratorio, concebido por cuenta de un Big Bang artificial por alguna inteligencia superior.

Una vez formado, creó su propia burbuja de tiempo-espacio. Pero si se creyera en esta teoría, el universo resultante sería perfectamente real, aunque se hubiese originado por un proceso artificial.

El segundo escenario, en cambio, al que adhieren personalidades como Musk, sugiere que los humanos somos seres completamente simulados, poco más que información manipulada por una gran computadora, como los personajes de un videojuego.

Pero en en este Universo, según sugiere este cosmólogo, no hay escape al estilo Matrix, sino que este es el lugar donde vivimos y es nuestra única oportunidad de vivir.

LOS ESCENARIOS POSIBLES

El filósofo Nick Bostrom, de la Universidad de Oxford, ha definido a su vez tres posibilidades en relación con este escenario.

“Las civilizaciones inteligentes -dice- nunca llegan a desarrollarse a un nivel tan elevado como para producir estas simulaciones, porque quizás se erradican a sí mismas de la faz de la Tierra. Una civilización llegó a tener la capacidad para hacer estas simulaciones, pero por alguna razón decidió no realizarlas. Pero hay una probabilidad abrumadora de que estemos viviendo en una simulación”.

Para llegar a estos razonamientos, estos científicos se basan en el extraordinario progreso que ha habido en computación y tecnologías de la información, y en la capacidad de las computadoras, con las que se han creado juegos de increíble realismo, así como simuladores de realidad virtual muy sofisticados.