Un fuerte grito contra la inseguridad, la injusticia y la impunidad en el país
| 12 de Octubre de 2016 | 02:15

Por MARIANO SPEZZAPRIA
“Piensan que no vernos es desaparecernos”. Con esa frase que remite a la más trágica historia argentina reciente, familiares de víctimas de hechos delictivos, de corrupción y femicidios, entre otros, se unieron ayer para expresar su rechazo a la “ausencia del Estado” en el peor momento de sus vidas, cuando perdieron a sus seres queridos y se sintieron desprotegidos por las autoridades.
El reclamo para que los tres poderes del Estado “no invisibilicen” a las miles de víctimas de la ampliamente denominada “inseguridad” se hizo escuchar frente al Congreso nacional, donde según pudo constatar EL DIA, unas cinco mil personas se reunieron en una convocatoria que no cubrió las expectativas de los organizadores. Por ende, circularon varias conjeturas al respecto.
Una de ellas hizo hincapié en que los asistentes a este tipo de marchas en la ciudad de Buenos Aires apoyan mayoritariamente al macrismo y percibieron que el acto podría tener un contenido crítico de la gestión de Cambiemos tanto a nivel nacional como bonaerense. De hecho, el gobierno buscó atenuar el impacto de la convocatoria con diversos anuncios en el área de la seguridad.
Pero no siguió una estrategia de confrontación con los organizadores de la marcha “Para que no te pase”, como solía hacer el gobierno anterior ante demandas similares, sino que optó por mostrarse activo con proyectos para comprometer a la Justicia a terminar con la “puerta giratoria” que beneficia a los delincuentes con excarcelaciones tan rápidas que consagran la impunidad.
Tal vez por ello, desde el escenario montado en medio de la Plaza de los dos Congresos –no se lo ubicó frente al Parlamento, como suele ocurrir en estos casos, porque allí había otras protestas- se aclaró en varias oportunidades que se trataba de un acto “apartidario”, que no era “contra nadie” sino “a favor de la vida”. A tal punto, que exigieron a los gritos la retirada de una columna sindical.
“No somos familiares en búsqueda de venganza ni de justicia por mano propia”, advirtieron en el documento que leyeron los periodistas Luis Novaresio y Lorena Maciel. Entre el público se pudo ver a Juan Carlos Blumberg, quien en 2004 encabezó convocatorias similares –aunque mucho más numerosas por cierto- y sus demandas derivaron en una reforma legislativa al Código Penal.
Más de 12 años después, la problemática de la inseguridad regresó al centro de la escena y los familiares de las víctimas desgranaron una lista de reclamos: que haya control y prevención por parte del Estado; que se cree un registro de víctimas y hechos impunes; que se sancione una ley de asistencia a los familiares y que las penas a los delincuentes sean de cumplimiento efectivo.
Este último punto fue el más aplaudido por los manifestantes, que también silbaron la adhesión de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. El momento más emotivo del encuentro fue cuando pasaron un video con los rostros de las víctimas, que fue seguido con un respetuoso silencio por los presentes. Entre ellos, fueron amplia mayoría las mujeres, que llegaron en grupos al Congreso.
LA ESTETICA DEL ACTO
El acto tuvo una estética muy parecida a las que utilizan los familiares de las víctimas de la tragedia ferroviaria de Once, quienes enviaron un mensaje leído desde el escenario: “Es el pueblo el que manda y los funcionarios de los tres poderes están obligados a escuchar”, advirtieron. Entre los organizadores estuvo María Luján Rey. Y también se pudo ver a la platense Carolina Píparo.
Antes y después de la lectura del documento, cantaron Marcela Morelo y Julia Zenko. Pero lo más significativo del acto fue el texto que leyeron Novaresio y Maciel: “¿Por qué tanta indiferencia por parte del Estado?”, se preguntaron los familiares de las víctimas. Y fueron directo al grano: “Queremos poner en agenda la necesidad de terminar con la inseguridad, la injusticia y la impunidad”.
Entre los organizadores, que subieron al escenario al final del encuentro, estuvieron también Jimena Aduriz, mamá de Ángeles Rawson; Matías Bagnato, sobreviviente de la Tragedia de Flores; Gladys Cabezas, hermana del fotógrafo asesinado en Pinamar; Viviam Perrone y Karina Múñoz, madres de jóvenes muertos en accidentes viales. Todos ellos se unieron en un mismo reclamo.
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