En el Día de la Madre, el mejor homenaje es el pleno respeto a la mujer

En el contexto de una jornada con tan alta y casi sagrada significación, como lo es el Día de la Madre, pero también de una sucesión de hechos que se registran en nuestro país que son gravemente lesivos a la condición femenina, con una suerte de escalada de violencia que se traduce en mujeres muertas, violadas, castigadas físicamente o sometidas a maltratos psicológicos, nuestra sociedad se encuentra una vez más desafiada para encontrar fórmulas que reviertan un panorama tan negativo.

Es indudable, sin embargo, que en el seno de la población argentina van apareciendo, afortunadamente cada vez con mayor intensidad, signos positivos que deben ser valorados como una reacción cultural contra la violencia de género.

Se sucedieron marchas y otras manifestaciones en los últimos meses, entre ellas una última, impulsada ahora por el colectivo #NiUnaMenos que acaba de convocar a un denominado paro nacional de mujeres a concretarse el próximo 19 de octubre, consistente en un cese total de actividades entre las 13 y las 14 por parte de las mujeres en todas las ciudades del país. Además se prevé una movilización de mujeres vestidas de negro desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo.

Se indicó que la medida de protesta surge como respuesta al terrible asesinato de la adolescente en Mar del Plata, sometida a un verdadero calvario por parte de quienes previamente la violaron y castigaron con extrema brutalidad.

Sobre estas y otras cuestiones relacionadas a la violencia de género en el país, un fiscal penal platense acaba de aludir también a los conflictos intrafamiliares invisibles que se producen en muchos hogares, con pactos de silencio que se acuerdan por temor o sometimiento, en los que muchas mujeres eligen callar y dificultan así la tarea de los operadores judiciales para lograr una intervención oportuna.

El magistrado también destacó que “desde el Poder Ejecutivo y diversas ONGs se impulsan proyectos tendientes a contener la espiral ascendente de violencia de género que diariamente ocupa las noticias en los medios de comunicación, muchas veces de manera irrecuperable para las víctimas. Pero ¿cómo llegar a actuar desde el Fuero Penal antes del hecho, si este ataca los efectos sociales de la cuestión, pero no anticipa ni alcanza a solucionar las causas originantes?”

Está claro que, frente a estos tipos de violencia, no queda otra fórmula que la de bregar por la existencia de una mayor cantidad de personas que sepa valorar y respetar la condición humana y la vigencia de las leyes, especialmente de aquellas que apuntan al respeto de los derechos humanos y a mejorar la calidad de vida. De allí la importancia que tiene que, en los primeros años de vida, se consoliden principios que exaltan valores como la defensa de la vida y la igualdad y de todas las personas, sin distinciones de género ni de ninguna otra índole.

Es verdad que los planos institucionales se han sumado a la tendencia creándose organismos destinados a enfrentar el problema de la violencia de género, cuyos primeros resultados han servido, al menos, para obtener datos más certeros acerca de los alcances estadísticos de este flagelo y acrecentar así las alternativas beneficiosas de la prevención. Para ello es también fundamental la educación de base, impartida a nuestros niños, para que en las futuras generaciones existan bases sólidas, en las que poder apoyar un más pleno respeto a la identidad y a los derechos de las mujeres.