El Lobo, en el “Parque”, jugó muy poco y lo pagó caro

ROSARIO
ENVIADOS ESPECIALES

Por WALTER EPISCOPO
COMENTARIO

Gimnasia se volvió con las manos vacías de Rosario. Con poco, el local lo derrotó 1-0 en un partido que se “rompió” para Lobo con la expulsión del defensor Manuel Guanini cuando arrancaba el segundo tiempo. Es que tras una primera etapa pareja, quedarse con uno menos complicó el plan de Gustavo Alfaro, que en los segundos 45 minutos prácticamente no probó al arquero rosarino. Newell´s aprovechó una desatención defensiva (una de las pocas) y con eso le alcanzó para ganar. Gimnasia sigue sufriendo de mitad de cancha para adelante por que no genera peligro y le cuesta muchísimo hacer un gol.

La Lepra empezó mejor, manejando la pelota con sus volantes ofensivos, y la primera jugada de riesgo recién fue a los 12 minutos del primer tiempo para el conjunto local. Tras un centro cruzado desde la derecha, Mauro Formica de cabeza le ganó a todos arriba, pero encontró muy bien ubicado a Alexis Martín Arias que se hizo de la pelota en dos tiempos. La respuesta del elenco platense no se hizo esperar, y apenas un minuto más tarde, tras un centro desde la derecha por el segundo palo apareció como un fantasma Ramiro Carrera y su cabezazo casi termina en el fondo de la red, y el golero Luciano Pocrnjic debió estirarse contra su palo izquierdo para evitarlo.

Serían minutos intensos por que los dos empezaban a mirar más el arco de enfrente que el propio. Sobre los 18 minutos, Fértoli probó desde la puerta del área grande a Martín Arias, sacó un remate que parecía que se metía sobre la base del poste derecho, pero el “uno” mens sana voló y sacó por un costado de manera espectacular, arrancando el “uuhhh!!!” de todo el Estadio Leproso.

El calor empezaba a pesar (se jugó con 28° grados en una tarde muy pesada). La perdió Facundo Quignón en el medio, y esto lo aprovechó Daniel Imperiale que de media distancia sobre los 24 minutos sacó un violento remate, y la pelota se fue apenas rozando el palo derecho del arquero de Newell´s. Tras esto, el árbitro pararía el juego para que todo el mundo tomara agua. Hasta allí el partido prometía, pero cuando volvieron tras refrescarse, las cosas no serían igual y el juego decaería hasta el borde del aburrimiento.

El equipo de Lechuga Alfaro tras un arranque con dudas, empezó a sentirse bien en su campo, con una buena labor de Perdomo en el medio y a salir rápido por los costados, sobre todo por derecha con Ibáñez. Y así sorprendería varias veces al conjunto de Osella, pero carecerían de buena definición y todo quedaba en centros, remates fáciles para Pocrnjic, o directamente afuera.

El local, con un murmullo adverso en las divididas tribunas, se iba cansando y ya no llegaba tan claro al arco Tripero. Parecía que si el Lobo tomaba la decisión firme, podía abrir el marcador, pero serían los rosarinos los que tendrían la última clara con un remate del Gato Formica que se escapó como puntero izquierdo, pero remató cayéndose y encontró nuevamente bien parado al pibe Martín Arias sobre el poste derecho.

INICIO COMPLICADO

Y cuando aún no había pasado nada en el complemento, a los 3 minutos Guanini va a buscar la pelota, Formica también, el zaguero llega tarde y el “diez” Leproso que cae violentamente. Baliño automáticamente sacó la roja y un partido nuevo que empezaba para Gimnasia. Por que Alfaro “sacrificó” a Faravelli para que ingrese el peruano Ramos y así rearmar la defensa con cuatro.

Ibáñez bajaba al mediocampo y Mazzola quedaba como el solitario punta a la espera de algún pelotazo. Y el cuestionado Osella enseguida movió las piezas y mandó al campo al ídolo rojinegro, Maxi Rodríguez. Amoroso y el peruano Advíncula buscaban romper el férreo esquema defensivo Tripero, que hasta allí se agrupaba bien atrás e intentaba salir rápido, por lo que obligaba a un sacrificio importante a Ibáñez e Imperiale.

Precisamente el mendocino Imperiale probaba desde lejos, pero la pelota se iría desviada; enseguida Víctor Figueroa hacía lo mismo, pero tendría la misma suerte. El partido no era bueno. Gimnasia empezó a sentirse cómodo así mientras los minutos corrían y en el Parque Independencia pensaban más en el clásico con Rosario Central (”el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, cantaba la multitud).

Pero al pensar más en defender que en atacar y con uno menos, hay riesgos que se corren. No pasaba nada, hasta que por derecha se fue Mauricio Tévez, sacó un centro a la carrera que Figueroa fue a buscar al primer palo, le ganó a todos, y definió solo ante Martín Arias para poner el 1-0 a los 31 minutos. Parecía dificil que al Lobo se le cayera una idea en ataque a esa altura de la tarde.

Maxi Rodríguez probó un par de minutos después tras un contragolpe y enseguida Martín Arias se jugó el cuerpo ante Tévez y evitó el segundo, sacando al córner. Era el por momento de Gimnasia. Lo desbordaban, le llegaban como nada y encima con uno menos, perdía. Alfaro lo metió a Lobos para tratar de generar alguna situación en ofensiva y para que vaya sumando minutos en su regreso al fútbol argentino, y enseguida Vegetti exigiría de cabeza pero la pelota se iría muy desviada.

En esos últimos minutos Newell´s pudo haber aumentado, Gimnasia tuvo un poco la pelota pero ya no le quedaban ideas para poner en riesgo al golero rosarino que en el complemento fue un espectador de lujo.