Aprovecharon todo el tiempo posible para afirmar las ideas

A puertas cerradas, igual que en City Bell, donde Estudiantes completó ayer su preparación, el plantel de Gimnasia terminó de diagramar lo que será su juego hoy en el clásico platense 157, de local contra Estudiantes en 60 y 118.

Gustavo Alfaro insistió con las variantes sobre las que había venido trabajando desde que comenzó la semana de entrenamientos, y más allá de insistir con eso, confirmó al fin la lista de concentrados, que fueron 20 en lugar de 19 como se había especulado.

Los Guerreros, el equipo albiazul de fútsal, perdieron 4 a 3 como visitantes de Juventud Unida, en Caseros

El que se sumó de última a la lista de convocados fue el juvenil Juan Ignacio Silva, el chico de Berisso que tras una destacada aparición en la temporada anterior, con Pedro Troglio como DT, sufrió una grave lesión de rodilla que lo postergó en su llegada al equipo superior.

Más allá del aislamiento con el que se movió el plantel albiazul en la previa de este clásico, en el que tampoco se escucharon declaraciones picantes, trascendieron aspectos que tienen que ver con el cruce de hoy con el Pincha, y en cierta forma la idea de Alfaro es presentar un equipo revitalizado.

La derrota como local ante Atlético de Rafaela despertó algunos interrogantes, pero el bajón experimentado en el tramo final del partido contra Arsenal, en Sarandí, que terminó en un empate con sabor a derrota, prendió muchas luces de alerta en el tablero del entrenador.

No quedó bien parado Christian Ramos, el internacional peruano que en definitiva perdió el puesto, porque su lugar será ocupado por Sebastián Gorga, quien debutó en el Viaducto como lateral derecho y ahora se moverá al lado de Guanini.

El desplazamiento del uruguayo se facilitó por el regreso de Facundo Oreja, tras cumplir las dos fechas de suspensión que el Tribunal de Disciplina le aplicó por la tarjeta roja frente a Vélez.

Esta movida general de Alfaro, que incluyó también la reaparición de Imperiale, otro que estuvo suspendido, y mucho diálogo: no sólo del técnico, sino también de los jugadores más experimentados, se orientó en particular a reforzar el cuadro defensivo y a la vez ganar velocidad y repentización en los ataques a un rival que no ha recibido goles.