Gimnasia, la Academia y los partidos a todo o nada
| 20 de Octubre de 2016 | 01:17

Por WALTER EPISCOPO
SEMBLANZA
En algún tiempo las hinchadas de Gimnasia y Racing se hicieron muy amigas. Tal es así que se recibían con asados cuando los equipos se enfrentaban en el Bosque o en el Cilindro, o se hacían presentes en algún ocasional festejo del otro y celebraban juntos. El cantito de una cabecera a la otra era: “Ole le, ola la, el Lobo y la Academia, unidos siempre están...”, mientras se veían camisetas albiazules en la tribuna de Racing y blanquicelestes en la de Gimnasia. Anoche la historia, fuera del campo, tomó otros ribetes y los hinchas comenzaron la noche a insulto limpio (ver tema aparte).
Pero lo cierto es que dentro de la cancha han tenido que jugar partidos a todo o nada, como el de anoche, a lo largo de su historia. Partidos decisivos, que estaban fuera del fixture.
LA COPA “BECCAR VARELA”
El 11 de diciembre de 1932 se vieron las caras por primera vez en una Copa Nacional. Racing ganó 2-0 en un juego correspondiente a la 2ª fecha del Grupo “A” de la Copa de Honor “Sr. Beccar Varela” -también participaron Estudiantes, Lanús, Quilmes y Talleres-. El único equipo que logró pasar a la siguiente instancia fue la Academia, que logró salir campeón de aquel certamen, luego de superar a Tigre y Boca en la Ronda Final, disputada en enero de 1933.
EL OCTOGONAL Y ASCENSO
A fines de diciembre de 1984 se encontraron en un Octogonal de la vieja Primera “B”, para determinar quién ascendía a Primera División. Ambos habían quedado primeros en sus grupos y en dos partidos debían definir quién regresaba a la “A”. Y el equipo Tripero no dejó dudas: el jueves 27 ganó 3 a 1 en Avellaneda y el domingo 30, liquidó la serie imponiéndose 4 a 2 en el Bosque, volviendo a la máxima categoría tras 5 años y condenando a Racing a quedarse un año más en el ascenso. Esa calurosa tarde en 60 y 118, las parcialidades se aplaudieron de tribuna a tribuna, ya con el resultado sellado.
PASE A LA LIBERTADORES
El 22 de agosto de 1996, el Lobo y la Academia se volverían a encontrar nuevamente en una definición a todo o nada, donde uno se iría festejando y el otro dejaría el campo de juego mirando el piso. Se debía definir quién acompañaría a Vélez a la Copa Libertadores, ni más ni menos. Racing era el subcampeón del Apertura 1995 y Gimnasia el subcampeón del Clausura 1996. Era un solo encuentro, y el mismo tuvo como escenario el Estadio Monumental de River.
En los 90 minutos reglamentarios terminaron empatados 0-0, fueron a un suplementario de 30 minutos más, y allí el conjunto racinguista terminó imponiéndose por un ajustado 1-0, que le dio la clasificación a la Libertadores.
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