
Provincia: con el desempate de Magario, el Senado aprobó las reelecciones indefinidas
Provincia: con el desempate de Magario, el Senado aprobó las reelecciones indefinidas
Ya la trasladaron a Ezeiza: la contadora se quedó sin domiciliaria
VIDEO. Una docente de una escuela de Gorina denunció a madres por agresiones
La jueza Makintach renunció para evitar el jury y la quieren ver presa
$2.000.000: el Súper Cartonazo quedó vacante y aumenta el pozo
Rechazan un planteo de Cristina y el Estado le reclama $22.500 millones
Con chicanas cruzadas por Cristina, el Concejo local retoma las sesiones
Globant, el unicornio con raíces platenses, despide a mil empleados
La venta de inmuebles subió 25% en un año, pero bajó en el mes
Actividades: café literario, fiesta del sol, folclore, taekwondo, odontología gratis
Una sentencia puso de relieve la crisis de las entidades platenses de bien público
Los desafíos de viajar a través de una app en tiempos de violencia
Una sentencia puso de relieve la crisis de las entidades platenses de bien público
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Escribe Monseñor DR. JOSE LUIS KAUFMANN
Queridos hermanos y hermanas.
Quizás gran parte de la humanidad puede atestiguar que existen demasiadas personas entrometidas que preguntan lo que no tienen derecho a saber. En tales casos, ¿hay que mentirles? ¡Nunca jamás! Entonces, ¿hay que decirles la verdad? ¡No, ciertamente, no debe decírseles lo que no tienen derecho a saber!
Pero... ¿cómo responder? Sencillamente, lo que corresponde en cada caso. Incluso es dable decirle: “usted no tiene derecho a formular tal pregunta” o “no puedo responderle” o “pregúnteselo a quien pueda contestarle”. No debe temer pasar por mal educado quien así procede, ya que – en todo caso – la persona no educada en el respeto y en la discreción es quien pregunta lo que no le incumbe. Se evitarían muchos chismes y malentendidos si se evitaran las mentiras por una parte y la curiosidades morbosas por otra.
Es deplorable que mucha gente tenga arraigada la mala costumbre de mentir, como si ello fuese natural. Entonces mienten ante la enfermedad grave, engañando al enfermo que tiene derecho de saber la verdad sobre su salud; mienten para justificar que llegan tarde o no asisten a un compromiso cuando en realidad carecen de responsabilidad; mienten cuando quieren ocultar una verdad teniendo sobradas razones para mantener la reserva. Para no pocos, mentir es un placer; pero lo acreditan bajo el rótulo de “mentira piadosa”.
Pero, entonces, ¿nunca se puede mentir? ¡Nunca! En la Sagrada Biblia se afirma con toda claridad: “La mentira es para el ser humano una mancha infamante: siempre está en boca de los ignorantes... El que se acostumbra a mentir cae en la deshonra y su ignominia lo acompaña constantemente.” (Eclesiástico, 20, 24 y 26)
¿Podría existir alguna excepción, como sería salvar la humanidad? ¡No! La mentira es intrínsecamente mala, es decir que no es mala porque alguien la prohíbe sino que es mala en sí misma. Y todo que de suyo es malo nunca podría producir algo bueno.
Para no pocos, mentir es un placer; pero lo acreditan bajo el rótulo de “mentira piadosa”. Pero, entonces, ¿nunca se puede mentir? ¡Nunca!
Esto ilumina la afirmación de que no existen “mentiras piadosas”, ni “mentiras inocuas” (las mismas palabras son contradictorias en sí mismas). Un mal moral, aun el mal moral de un pecado leve, es mayor que cualquier mal físico; por lo tanto no es lícito cometer un pecado venial ni siquiera para salvar un continente de su destrucción.
La afirmación parece exagerada, pero la verdad no admite medias tintas. Quizás por la mediocridad de una humanidad indolente, por el relativismo de una sociedad sin principios, por la fragilidad de un sistema educativo carente de valores esenciales, estamos cayendo en un estado de somnolencia que incinera ilusiones, proyectos y desarrollos civilizados.
Jesús, que es “la Verdad” (Jn. 14, 6), declara con énfasis, refiriéndose al demonio que es “mentiroso y padre de la mentira” (Jn. 8, 44). Todo aquel que miente, por el motivo que sea, se asocia al demonio y le rinde sumisión.
El cristiano que ha optado por Cristo y su Evangelio ha renunciado definitivamente a la mentira en cualquiera de sus expresiones y debe exigirse de modo que, siempre y en todo, sea coherente con la verdad.
Si necesitamos de la Misericordia de Dios, vivamos siempre en la verdad.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$650/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$500/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí