El padre Viña analizó la prohibición de la Iglesia de esparcir las cenizas

Christian Viña,  párroco en el barrio Cambaceres de Ensenada, aseguró hoy que el documento que emitió ayer el Vaticano en el que se prohíbe la “dispersión en el aire, en la tierra o en el agua” y la “conservación en el hogar” de las cenizas de los cuerpos cremados, "no es nada nuevo" y que "viene a reiterar la doctrina de la Iglesia Católica sobre los difuntos y la doctrina cristiana de la esperanza de la resurrección final".

Indicó al respecto que la Iglesia emite un comunicado sobre algo que se viene enseñando desde hace muchos años, que es sabido por lo fieles que siguen los preceptos de la religión pero que no es conocido por otros católicos a causa de "un analfabetismo religioso que se da por no estudiar la Biblia, por la tinelización y berretización de la sociedad y por la ignorancia que avanza a pasos agigantados".

Manifestó que "como dice San Pablo y la palabra de Dios: 'si hemos muerto con Cristo vamos a resucitar con Cristo y tener la vida eterna'. Por lo tanto lo que se recomienda básicamente y se favorece es que los muertos sean inhumados en un cementerio, en la tierra, nicho o panteón, en definitiva un lugar que esté consagrado para eso". 

Señaló además con respecto a la cremación, que la Iglesia no la prohibe pero tampoco la promueve ni la favorece. "La iglesia acepta la cremación siempre que sean depositadas en un campo santo, sea cementerio o necropolis, debidamente autorizados, o en un cinerario parriocal, es decir un lugar sagrado, para garantizar que permanentemente se va estar rezando por esos difuntos". 

Analizó al mismo tiempo que "una persona que es creyente sabe que venimos de la mano de Dios, que no venimos ni de la 'madre tierra' ni del mar, ni de la montaña. Todos somos criaturas creadas por Dios y el Hombre es el centro de la creación. Por lo tanto no corresponde esparcir las cenizas ni en el mar, ni en la tierra, ni en la montaña, ni en una cancha de fútbol".