“Al chico que mató hay que ayudarlo”

El chico, por lo pronto, todavía no volvió a su casa, el lugar donde transcurrió el terrible hecho. Está junto a la familia de una de sus tías. Pero a sus 13 años, ¿jugará como cualquier otro día?; ¿verá a sus amigos?; ¿retomará alguna aventura en la Play? Son preguntas que muchos se hacen en el día después del episodio que conmovió al país y en el que un chico de 13 años, que de él se trata, mató a un delincuente que estaba dentro de su casa de la localidad bonaerense de Francisco Alvarez amenazando a su madre.

“Por lo pronto lo que hay que hacer con este chico es ayudarlo, proteger su derecho a la privacidad, que no lo muestren los medios y que no digan su nombre para que pueda transitar libremente por los lugares por donde siempre anduvo, seguir yendo a la escuela y reuniéndose con sus amigos”, señala Nora Schulman, directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidin).

“Y además tiene derecho a la salud mental -agregó- porque seguramente ha quedado afectado y tiene que tener un tratamiento psiquiátrico adecuado para enfrentar la situación”.

MANO PROPIA

Para muchos especialistas, el episodio ocurrió en un contexto donde una población no se siente protegida por el Estado y donde se instaló el concepto de “justicia por mano propia”.

“El chico se ha convertido en víctima de un sistema donde el discurso de la justicia por mano propia está instalado, en la sociedad y en su casa -consideró Schulman- pero la inseguridad no se combate con un arma en la casa, lo grave aquí es el acceso a las armas, que ya en un adulto es algo discutible”.

Por su parte, el fiscal Penal Juvenil de Moreno que interviene en la causa, Pedro Marchetti, consideró que “el menor se vio en una situación tremenda para la edad de él y para cualquier persona”. La fiscalía aún no tuvo contacto con el chico, pero su padre nos dijo que está angustiado, y es razonable, ya que ha pasado por una situación de estrés muy fuerte”.

A su vez, la jueza de Garantías del Joven del Departamento Judicial de Moreno, Mirta Guarino, dijo que aguarda la instrucción realizada por el fiscal para resolver la causa, aunque dejó en claro que “el adolescente es inimputable y, en esos casos, el Estado renuncia a la posibilidad de sanción penal”.

Mientras tanto, el chico no quiere saber nada con volver a su casa, allí donde a la familia se le asignó una custodia policial en una medida que, según las autoridades, seguirá vigente “el tiempo que sea necesario”.