El fiscal pedirá el sobreseimiento

El fiscal Penal Juvenil de Moreno que interviene en la causa en la que un adolescente de 13 años mató de un balazo a un ladrón que asaltaba a su madre, señaló ayer que cree que se trató de un caso de legítima defensa y que una vez que finalicen las diligencias de rigor planea pedir el sobreseimiento del menor.

“Sobre la situación del menor, en este momento la hipótesis de la fiscalía es que fue un homicidio en legitima defensa. La fiscalia entiende que se han dado en el día del hecho, por las constancias que se fueron colectando, una situación clara de legitima defensa”, expresó el fiscal Pedro Marchetti.

El funcionario judicial explicó que, como es de rigor en los expedientes judiciales, antes de tomar cualquier decisión debe aguardar el resultado de los peritajes dispuestos para luego solicitar el sobreseimiento del chico, sin perder de vista que además es inimputable porque es menor de 16 años.

“Aún faltan confirmar pericias, por ejemplo, el resultado de autopsia, los cotejos de balas, el barrido electrónico en las manos de las personas, que seguramente van a ir abonando la hipótesis de la fiscalía sobre la legítima defensa. Una vez que esté esto certificado, se va a solicitar el sobreseimiento del menor”, añadió Marchetti.

LOS ESTUDIOS

Fuentes de la pesquisa informaron en tanto que los primeros resultados de la autopsia practicada sobre el cuerpo del delincuente muerto, identificado como Pablo González, indican que recibió un balazo con entrada por el costado de la axila derecha, le cruzó un pulmón y el corazón y salió por la espalda, lo que le produjo la muerte en el acto, mientras que un segundo balazo le dio en el chaleco antibalas.

Para el lunes, el fiscal Marchetti dispuso que se realicen las pruebas balísticas sobre el arma de fuego calibre 9 milímetro propiedad del padre del adolescente, y sobre el revolver 38 tipo lechucero hallado en poder del delincuente.

Sobre el episodio, el fiscal dijo que el hecho “se trató de una entradera, porque la estaban esperando ahí (a la madre del adolescente), han entrado a la casa y el menor, como cualquier otra persona, se vió en una situación inesperada y reaccionó de esa manera, es una total situación de legítima defensa, no de justicia por mano propia”.