Estupor y dolor por el asesinato del gerente de una reconocida editorial

Un gerente de la tradicional editorial Sigmar fue asesinado de un balazo en un asalto cometido por delincuentes que irrumpieron por el portón del garaje cuando llegaba con su auto a su casa del partido bonaerense de Vicente López, informaron fuentes policiales y judiciales.

La víctima fue identificada como Roberto Gerardo Chwat (67) y el hecho ocurrió poco antes de las 21.30 del jueves, en su casa de la calle Lisandro de la Torre 1640 -a tan sólo cinco cuadras de la Quinta Presidencial de Olivos-, donde tenía montado todo tipo de medidas de seguridad: cámaras, alarma y cerco perimetral.

La principal hipótesis de los investigadores es que el gerente de la editorial de libros infantiles se resistió al robo o trató de atropellar a los asaltantes con el auto dentro de su propio garaje, y por eso le dispararon. La fuga de los delincuentes quedó grabada en videos de las cámaras de seguridad instaladas en la cocina y la puerta de entrada.

En los videos se ve claramente a dos ladrones jóvenes que actuaron a cara descubierta, ambos armados con pistolas y uno con una gorra visera dada vuelta, jeans y un buzo oscuro. El otro tiene el pelo rapado y llevaba una campera negra de pluma ultraliviana.

la secuencia

Según los registros, el hecho fue a las 21.27, cuando Chwat entró en su garaje con su auto Volkswagen Passat patente NDW 384 y al cabo de unos segundos el portón electrónico comenzó a cerrarse.

“Abrió el portón eléctrico, ingresó el auto y en ese momento fue sorprendido por dos delincuentes que lo amenazaron con armas para robarle. Fue una típica entradera”, dijo un jefe policial.

Por lo que declararon la mujer y la empleada doméstica, que estaban en la casa pero no llegaron a ver nada, cuando el hombre advirtió que había intrusos en el garaje, comenzó a gritar “¡entraron, entraron!”.

El Passat de Chwat apareció chocado marcha atrás contra el portón, por lo que los investigadores no descartan que haya querido escapar o atropellar a alguno de los ladrones.

“No sabemos si por los gritos y porque les tiró el auto encima, pero lo cierto es que alguno de los dos delincuentes le efectuó a la víctima un disparo que ingresó por el hombro izquierdo, le atravesó el tórax y salió por uno de los omóplatos”, dijo un investigador judicial.

Al quedar atrapados dentro de la casa, los delincuentes cruzaron la cocina y fueron a la entrada principal de la vivienda para huir, pero como la puerta estaba cerrada con llave, en uno de los videos se ve cómo con la culata de sus armas rompieron un ventiluz que hay sobre la puerta.

Por esa estrecha abertura y con ayuda de una banqueta, los delincuentes se treparon, se deslizaron y lograron salir de la casa.

Luego saltaron por la reja perimetral, ante la mirada de dos vigiladores privados que se hallaban dentro de sus garitas ubicadas a sólo 50 y 30 metros de la vivienda y, según recordaron, los ladrones abrieron fuego en la huida.

Los peritos determinaron que en total se efectuaron tres disparos: el que hicieron para asesinar a Chwat, con una pistola calibre .45 y otros dos que pudieron haber sido accidentales en el momento en que treparon el cerco y se les dispararon las armas porque las tenían en la mano. También se les cayeron de los bolsillos cuatro municiones calibre .45 intactas.

Los delincuentes escaparon en un Toyota Corolla blanco que los esperaba con un tercer cómplice y que más tarde apareció incendiado en la localidad bonaerense de Villa Maipú, partido de San Martín, con chapa patente cambiada porque había sido robado hace nueve días, también en Vicente López.

Chwat fue auxiliado por su esposa y su empleada, que se hallaban dentro de la casa pero se habían refugiado cuando éste las alertó.

Lo trasladaron al Hospital de Vicente López, donde murió a las 22.30 como consecuencia de un balazo que le atravesó el tórax, detallaron las mismas fuentes.

El caso es investigado por el fiscal Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, quien puso a trabajar en la pesquisa a la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) y la comisaría 5ta., ambas de Vicente López.

La Fiscalía General de San Isidro dispuso un refuerzo de instructores judiciales para colaborar con el fiscal Gómez en la investigación.

Los delincuentes quedaron grabados en video, por lo que con esas imágenes la Policía tenía en la mira a un par de sospechosos y analizaba huellas dactilares y otros rastros levantados en la escena del crimen.