Garfunkel: el millonario expuesto
| 30 de Octubre de 2016 | 01:12

Si la idea de su mudanza a Miami era pasar desapercibido en Argentina, el objetivo de Matías Garfunkel fue un rotundo fracaso. En los últimos días, se ha hablado tanto de él y de su mujer, Victoria Vanucci, que el empresario multimillonario quedó más expuesto que nunca.
Fueron -no hace falta recordarlo- unas controvertidas fotos con animales muertos en un safari de caza mayor las que lo pusieron en una vidriera incómoda. Pero eso ha agitado las aguas alrededor suyo, recordando otras situaciones que lo han forzado a dar explicaciones.
Matías Garfunkel Madanes tiene 41 años, tres hijos de un primer matrimonio y una fortuna que revistas especializadas han calculado en 2.000 millones de dólares.
El propio Garfunkel atribuyó su “exilio” en Miami a la traumática ruptura con su ex socio Sergio Spolsky. Denunció amenazas. Vinculan las fotos del safari a una “interna familiar”
Nació en cuna de oro, en el seno de una familia que había amasado un inmenso capital en Argentina.
El primero que llegó al país fue Boris Garfunkel, nacido en Kriviletz, provincia de Podolia, en Rusia, el 12 de octubre de 1866. Ante la persecución contra los judíos en ese país, decidió emigrar a la Argentina. Una biografía familiar cuenta que llegó en septiembre de 1891 y se estableció en el paraje los Algarrobos, cerca del partido de Carlos Casares, para trabajar la tierra.
En 1908 se mudó a Buenos Aires. Buscaba un mejor horizonte para él y su familia. Y así fue como fundó (en 1913) BGH (Boris Garkunkel e hijos), que nació como mueblería y con el correr de los años se diversificó hasta llegar a cotizar en Bolsa.
Jorge Garkunfel, hijo de Boris, se casó con Mónica Madanes (accionista minoritaria de Aluar) de quien luego se divorció. Tuvieron un hijo: Matías.
Jorge fue un empresario de alto perfil que fundó el banco del Buen Ayre y falleció tras una larga enfermedad. Luego de su divorcio fue pareja durante varios años de Marcela Tinayre y por últmo se volvió a casar con Rossella della Giovampaola, con quien tuvo una hija: María Toscana.
A su muerte, Matías se hizo cargo de los negocios. Vendió el banco del Buen Ayre en 225 millones de dólares al Banco Itaú, intercedió entre su madre Mónica y su primo Javier Madanes Quintanilla por las acciones de Aluar y luego se radicó en Estados Unidos, donde fundó Guggenheim Partners LLC., una empresa global, independiente, de capitales privados, que vendió para volver a la Argentina.
Ya de regreso, en los 90, empezó a incursionar en otros negocios y a tejer distintas sociedades.
Si bien parte de su popularidad llegó de la mano de algunas parejas del mundo del espectáculo, fueron sus alianzas y estrategias de negocios las que lo llevaron a tener un lugar destacado en la industria mediática.
Se desempeñó como un accionista relevante en dos grupos de medios, uno en sociedad con el ex banquero Raúl Moneta y otro junto con Sergio Szpolski (Grupo 23). En ambos ingresó después de la sanción y reglamentación de la Ley de Medios durante el kirchnerismo.
También participó en el control de las AM Splendid y Belgrano, y las FM Rock & Pop, Metro y Blue (todas con Moneta), de la AM América (con Szpolski), y de la FM Vorterix Rock (en cuya producción de contenidos, asociado con Mario Pergolini).
Al finalizar el kirchnerismo, Garfunkel se desprendió de los medios que supo acumular. Y en diciembre de 2015 se mudó a Miami con Victoria Vanucci.
El empresario tuvo una vida amorosa muy expuesta. Antes de empezar su relación con Vanucci, con quien tuvo una hija -Indiana-, lo vincularon sentimentalmente con Zulemita Menem, con la cantante Alla Garkusha y con la vedette Luciana Salazar.
Matías tuvo además un matrimonio anterior, del que tiene tres hijos. En 2014 se casó con Vanucci.
En las revistas se ha conocido su vida de millonario: Habanos Montecristo, o en su defecto Cohíba; viajes a Nueva York, Las Vegas y Aspen en su avión privado; colecciones de barcos a escala, pipas, relojes high class, mansiones y autos de colección. Nunca ocultó sus gustos caros ni sus excentricidades.
Matías Garfunkel es abogado y doctor en Filosofía. Además de una montaña de plata, su abuelo y su padre le legaron el amor por escribir. Una contradicción entre sus pasiones: Garfunkel es un capitalista que ama la Revolución cubana. En su oficina de Puerto Madero tiene enmarcado un documento del Banco Central de Cuba firmado por su primer presidente revolucionario, Ernesto Guevara Lynch. “Admiro el idealismo del Che y su sacrificio en pos de un objetivo, pero no comparto su visión de lucha armada”, dijo en una entrevista.
La primera mujer de Matías Garfunkel fue la abogada Mariana Gersztein. Después de un tormentoso divorcio, el empresario ventiló problemas para ver a sus hijos
Hace poco más de tres años, Garfunkel atravesó el peor momento de su vida. Sufrió un gravísimo accidente cerca de Bariloche (donde volcó al volante de una camioneta Land Rover) y estuvo en coma durante varios días.
Ya estaba en pareja con Vanucci, que lo acompañó en un largo proceso de recuperación. Logró reponerse aunque lidió durante un largo tiempo con secuelas de aquel accidente.
Entre millones, amores, apuestas empresarias, idas y vueltas al país, Garfunkel terminó en un incómoda situación por las fotos del safari sudafricano. Intentaba desde Miami “enfriar” su traumática y controvertida sociedad con el kirchnerismo a través de Sergio Spolsky, cuando las imágenes de un león, un hipopótamo y otros animales muertos en una excursión de caza lo pusieron contra las cuerdas.
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