Una “ciudad fantasma”
| 7 de Octubre de 2016 | 02:53

Por RICARDO TROTTI
Director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
Vive en Miami desde hace más de 20 años
Ayer, Miami vivió una jornada de mucha ansiedad a la espera del paso de Matthew. En la ciudad estaba todo cerrado. Las oficinas públicas dieron asueto hasta hoy inclusive, y en las escuelas no habrá clases hasta el lunes.
Miami se convirtió en una “ciudad fantasma”. Desde el miércoles a la noche, cerraron los malls y hasta los Starbucks, algo que no es usual. Sucede que los habitantes de Miami tienen muy presente el devastador huracán Andrew, que en 1992 arrasó con la ciudad. Tenía la categoría 4, la misma de Matthew.
Faltaba combustible, y las góndolas de los supermercados quedaron vacías; la gente se llevó no sólo agua y bebidas, sino comida. Había mucha incertidumbre, ansiedad y estrés, pero también mucha información sobre cómo protegerse, dónde evacuarse y demás medidas de prevención.
Las escuelas públicas permanecieron abiertas para oficiar de “shelters” o refugios, a donde quienes necesiten o quieran pueden acudir en busca de albergue. En especial, dan cobijo a los que residen en las zonas más peligrosas, que son las más cercanas a la playa, y a las personas de bajos recursos que viven en casa rodantes.
El mayor temor que hay en Miami es a las inundaciones que probablemente cause Matthew. Los expertos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) pronostican que el huracán va a llegar hasta el extremo norte de la Florida y luego va a pegar la vuelta en el Atlántico para volver a pasar por Miami en los próximos días, lo que aumenta la inq uietud de quienes vivimos aquí, sumado al anuncio de un nuevo ciclón, Nicole, que se formó al sur de las Bermudas. Fueron muchos días de ansiedad. Esto arrancó el lunes con el anuncio de que se aproximaba Matthew y ahora hay que estar atento a que regrese dentro de poco.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE