El fin de la intimidad

Las celebridades siempre fueron perseguidas por fotógrafos, fans y curiosos al punto tal de tener que vacacionar en exclusivos confines del mundo solo para escapar, por un rato, al agobio popular. Buena parte de sus movimientos, y escándalos, quedaban así registrados para la eternidad, pero nunca fue su falta de intimidad tan poderosa como hoy.

Porque hoy cualquiera es un paparazzi: armado con un teléfono, cualquier “ciudadano de a pie” puede tomar una foto retratando los encuentros de Pampita con “Pico” Mónaco y Nacho Viale, filmar a una estrella bebida en la noche porteña o grabar palabras comprometedoras de un famoso inocente.

Es la realidad de un mundo interconectado que muchos usan a su favor: porque, también, cualquiera puede convertirse en estrella virtual con un celular, gracias al poder de las redes sociales, iniciar un escándalo con un tuit que lo devuelva a la notoriedad mediática o promocionar su cuerpazo en Instagram.

Lo que ocurre es que es una tecnología de doble filo: porque si bien los famosos controlan qué aspectos de su vida íntima muestran al mundo en las redes, por un lado la celebridad argentina promedio de la farándula argentina, que alguna vez Moria Casán comparó con una “pizzería”, no cuenta con un asesor a su lado para cada tuit, por lo cual algunos mensajes han despertado involuntarios escándalos y publicidad negativa; y por otro, porque los famosos no pueden elegir lo que de ellos se sube al mundo.

Pueden ser rumores falsos que los perjudiquen, pero, cada vez más, fotos hot, videos íntimos y, ahora, hasta conversaciones en forma de audio o mensaje escritos en la intimidad y que se vuelven públicos y eternos en la red de redes.

De hecho, el gran escándalo del mes pasado, las repetidas infidelidades de Leo Squarzón a su pareja embarazada, Amalia Granata, con una tal “Pau Linda”, comenzaron con la filtración de sus conversaciones de WhatsApp no aptas para menores de 18 con la mujer.

“Tenés tantas amantes que ya me perdí. Porque tienen la mejor piel del mundo te cog... a la mina en el auto, no sé ya ni quien es”, le disparaba la modelo a su ex pareja

Y es un acontecimiento que se ha naturalizado. Esta semana, por ejemplo, se filtraron audios de la abuela de Fede Bal, disparando gruesa munición contra Barbie Vélez, y de Mariano Martínez, muy enojado con su ex, Lali Espósito.

“La reput... y pu... de la ex de tu hijo. Le pusieron 10, 10, 10. ¿Cómo es posible? ¿Cómo? ¿Quién se lo va a creer, Carmen? Laurita baila mejor que ésta con un cu... de vieja, gordo, asqueroso, repugnante. Hija de pu... No lo hagas escuchar a nadie pero la odio”, dice la madre de Carmen Barbieri a su hija. El audio se viralizó solo horas después del baile de Barbie: ¿quién lo compartió? ¿La propia Carmen, a pesar del pedido de su mamá?

También debe tener una idea de quien fue el que filtró sus palabras Mariano Martínez, a quien se escucha en una conversación decir que “Lali está declarando cada vez más, no la deja caer. Es una nefasta esa piba, más mala. Malísima, una despechada. Malísima esa piba”.

Ante la gran repercusión de la polémica, Mariano intentó enfriar las aguas por Twitter: “Si alguna vez dije algo malo fue en caliente. ¿Nunca les pasó? Bueno, qué suerte. A mí sí, no pienso esas cosas de nadie y me puedo equivocar. No me gusta la agresión y creo que está más que claro que dije eso en la intimidad y enojado”, escribió.

Pero Martínez apelaba a una intimidad que ya no existe: cualquier palabra que digas puede ser hoy, en el panóptico tecnológico, ser usada en tu contra. De hecho, hasta la propia Lali reaccionó, contestándole, también en el fuero público de las redes, con un tema suyo: “Todo vuelve como un boomerang”, disparó dejando en claro que aunque ambos quisieron cerrar su romance sin escándalos, no hubo una separación en buenos términos.

PROSTITUCION VIP

Pero fueron escándalos pequeños comparados al estallido del caso de la prostitución VIP. El año pasado apareció un supuesto chat de WhatsApp en el que una famosa aparece respondiendo preguntas por el servicio sexual de algunas famosas, cada una con su precio. En esa charla aparecen nombradas Johana Villafañe, Ayelén Paleo y Claudia Ciardone. Y entre las consultas se la incluye a la propia Figueroa.

A partir de aquella conversación de WhatsApp comenzó la causa que terminó por disolverse, a pesar de que más charlas filtradas llegaban incluso a involucrar a David Bisbal, Vicky Xipolitakis y otros.

Este año, incluso, se reveló un audio de Alejandra Pradón: “Está a 15 el dólar, no, un desastre. ¿Qué serían? ¿120 dólares? No, no, olvidate. Todo bien, pero duplicalo. No te digo 500 dólares, pero lo que me mandaste es un horror”, afirma la blonda.

MAS CASOS

Moria Casán, que dijo al respecto que “lo bien que hacen, pero no sean tan baratas...”, también tuvo un escándalo de audios propio. “¡Hola Juampi querido! 5.15am en Carlos Paz. Estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida. ¿Sabés por qué? Porque tengo harén. Mucho chongo como nunca, millonarios, pendejos sin un peso que me re contra garch... Divinos. Hombres que tienen mucho dinero que tienen de 4 a 18 mansiones con 20 deptos, no sé... Mega”, tira la vedette, que decreta en el audio que “los cordobeses son los mejores garch… del planeta. Son parecidos a los brasileros, son libres. No tienen previa, no van al “te digo-me digo-le dije”, ni se enamoran, ni se quieren casar de blanco en la catedral, ni te rompen las pelotas”.

Casán no se hizo demasiado problema por sus palabras y el revuelo se apagó rápido: diametralmente opuesta fue la situación de José María Muscari cuando se filtraron insultos contra Fede Bal. El director teatral trató de “gordo” y “judío” al ex de Barbie y sus palabras llegaron a la tevé, despertando un furioso revuelo en torno a sus polémicos dichos. Muscari llegó a sospechar incluso que fue la propia Nazarena quien filtró el audio y rompió su relación con la mamá de Barbie.

Finalmente, quien habría filtrado las palabras habría sido el DJ del evento. Lo mismo le ocurrió a Pampita, sospechada largamente de filtrar su pelea con Benjamín Vicuña, a pesar de que, finalmente, se estableció que había sido la ayuda doméstica.

“Tenés tantas amantes que ya me perdí. Porque tienen la mejor piel del mundo te cog... a la mina en el auto, no sé ya ni quien es”, le disparaba la modelo a su ex pareja, sobre el hecho que determinó su separación (una infidelidad con alguien del elenco de “Entre caníbales”), una ruptura que terminaría con el recordado motorhome.

Por supuesto, aún cuando se establecen culpables, nadie sabe fehacientemente cómo llegan esos audios a la esfera pública. Un famoso le manda un comentario a un amigo, que lo comparte con otro amigo... y ya es parte de un mundo imposible de controlar. Las palabras comprometedoras pueden llegar a la televisión porque la figura es notoria, o por accidente, pero queda claro que, lejos de tratarse de complicados “hacks”, son parte ya del juego de la farándula.

De hecho, las sospechas terminan recayendo en los protagonistas porque, como Twitter e Instagram, pareciera que a veces usan audios filtrados como herramientas en el juego mediático. La abuela Barbieri, por caso, compartió el audio solo con su hija. ¿Cómo llegó a la TV? “Quieren hacerme mal justo en el momento que estoy saliendo adelante”, sospecha Barbie. ¿Paranoia, o válida preocupación en un mundo donde la intimidad ha dejado de existir?