El presente albirrojo tiene un correlato en el pasado

Estudiantes es el puntero del torneo. Sorpresivo para muchos, pero con real sustento gracias a un trabajo de años que lo avala y le marca el camino recorrido. Veamos.

Luego de los resultados de la última fecha, el Pincha quedó como uno de los mejores equipos en promedio de puntos: 1,863, gracias a sus 136 unidades en 73 partidos jugados.

Hoy, en este recorte de los últimos tres años, iguala a Racing y San Lorenzo (136 puntos) y supera a Boca (130), Independiente (129) y Lanús (125). Y le saca 15 puntos a River.

Lo concreto es que Estudiantes lleva una década metido en la pelea. Desde 2006 hasta la fecha finalizó entre los mejores en 17 de 20 torneos. Sólo en el Clausura 2011/13 y en el Apertura 2011 cayó por debajo del 10mo puesto.

Esa estadística marca un camino, una conducta de trabajo y una apuesta. No existe en el repaso de la década otro equipo que se haya mantenido tantos años en una línea, ni siquiera los grandes, con marcados altos y bajos.

Vélez, por ejemplo, fue campeón en 2011 y ahora pelea el descenso en un torneo de 30 equipos. Lo mismo le pasó a Banfield, que luego de tocar lo máximo en 2009 se fue al descenso tres años después. Lanús, dos veces campeón en la década, tiene altibajos que lo hacen variar de proyectos.

Estudiantes plasmó en 2006 un trabajo que había comenzado años atrás, con una política de consolidación de juveniles, pocos refuerzos puntuales, el regreso de Juan Sebastián Verón y un técnico joven con proyección: Diego Simeone.

Esa base siguió jugando y ganando. Pasaron Roberto Sensini y Alejandro Sabella. Con Pachorra, el Pincha ganó la Copa Libertadores y jugó el Mundial de Clubes. Con Sabella también, el equipo fue subcampeón del Clausura 2010 y campeón del Apertura de ese año.

Luego se produjo un recambio, más que nada en la conducción. Pasaron Eduardo Berizzo, Miguel Russo, Juan Azconzábal y Diego Cagna. Los resultados no acompañaron y el equipo vivió sus peores momentos de la década. Algunos jugadores campeones también se marcharon, como Mariano Andújar, Marcos Angeleri, Rodrigo Braña y Leandro Benítez.

En 2013 se produjo la segunda mini revolución, con la llegada de Mauricio Pellegrino. Otro técnico joven con ideas renovadoras y mucha impronta a la cantera, un poco por convicción y otro poco por necesidad: economía dañada.

El Pincha se recuperó, fue 9no en el Final 2013, 4to en el Inicial 2014 y 6to en el torneo Final de ese año. Armó una base, recuperó dinero con sus ventas y se posicionó nuevamente. Además volvió a competir internacionalmente con la Sudamericana y la Libertadores

Salida traumática y polémica llegada: Gabriel Milito. Su idea de apostar por la posesión generó rechazo al comienzo pero los resultados lo terminaron consolidando. El equipo terminó 5to y se metió en la Copa Sudamericana. Pero se fue fue.

La llegada de Nelson Vivas fue a medida. Unificó los dos trabajos anteriores y le dio una identidad ganadora al plantel, que en dos torneos perdió apenas dos partidos. Salida desde el fondo, presión en la mitad de cancha, varios esquemas posibles, juveniles consolidados. No es casualidad que vaya primero, ni que lidere los Promedios, aunque algunos se tomen la cabeza...