Nuevos vientos entre la campaña y la gestión
| 13 de Noviembre de 2016 | 01:29

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María Eugenia Vidal decidió asumir el liderazgo de la futura campaña electoral bonaerense. Es, por lejos, la dirigente que mejor mide. Ningún otro integrante de Cambiemos ni siquiera se le arrima en la consideración de la gente y su figura se ha vuelto central para las necesidades de un oficialismo que se jugará una parada brava en la Provincia.
Del rol estelar de Vidal que el propio Mauricio Macri le tiene reservado para el año que viene se venía hablando desde hace meses. La novedad, es que la mandataria provincial comenzó a actuar en esa sintonía con decisiones que impactarán en su administración.
Los cambios que dispuso en su gabinete van en dirección a consolidar los deseos del Presidente y las necesidades de Cambiemos. No porque haya movido el tablero para incorporar a dirigentes cercanos al jefe de Estado, sino para darle más poder a su núcleo más cercano en las decisiones de gobierno.
La creación de la Jefatura de Gabinete y la consecuente acumulación de poder en su mano derecha, Federico Salvai, no puede desvincularse de la cuestión electoral. Vidal deberá delegar más de lo que quisiera en su gestión diaria para volver a recorrer la extensa y fatigosa geografía bonaerense. Optó por encumbrar a un jefe que opere y decida por sobre el resto de los ministros.
Salvai asumirá todas las funciones de un ministerio que tendrá vida efímera: el de Coordinación que dejará para asumir en Infraestructura, Roberto Gigante.
En rigor, el próximo jefe de Gabinete había empezado a quedarse con funciones que le correspondían a Gigante. Hace pocas semanas, Salvai había absorbido el área de Modernización del Estado, cuenta en la Gobernación, luego de una durísima disputa entre el ministro Gigante y la titular del área, Magdalena Acuña.
Muy cercana a Vidal, Acuña presentó la renuncia, pero a los pocos días se mudó rápido, cargando estructuras y oficinas, hacia la órbita de Salvai, el todavía ministro de Gobierno.
OBJETIVO
Hay otras cuestiones que se acomodarán con el objetivo 2017. La Gobernadora trajo como gran incorporación política a su equipo al intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre. La llegada del ex massista al gabinete provincial siempre se leyó como la búsqueda de otorgarle volumen político a un equipo que, salvo raras excepciones, está poblado de ministros con perfil técnico.
El ex alcalde desembarcó en Producción y concretó así una escala previa en su periplo por el equipo gubernamental. Ahora, está a punto de concretar la segunda etapa con la designación en el ministerio de Gobierno.
De De la Torre esperan mucho en el gobierno provincial. Puntualmente, que trabaje en la llegada de sectores del peronismo que potencien las chances electorales del oficialismo. Ahora empezará el primer examen riguroso para quien fuera uno de los armadores del massimo bonaerense.
Gigante, en tanto, ocupará el sillón vacío que se producirá por el alejamiento de Edgardo Cenzón. Es otra decisión de la Gobernadora de abrazarse al vidalismo puro. Para el cargo se mencionada con cierta insistencia a Rodrigo Silvosa, el subsecretario de Hidráulica. Silvosa acarreaba un problema: es un hombre de Cenzón, pero no reconoce ADN vidalista.
La mandataria optó por Gigante, un funcionario que empezó a codearse con el núcleo más cercano a Vidal y que dejó hace tiempo su sello de origen que remitía a su estrecha relación con el ahora intendente de Lanús, Néstor Grindetti.
La Gobernadora dejará así en las áreas más sensibles de gestión a dirigentes propios, que cuiden su proyecto mientras se desdobla en la tarea de ponerse la campaña al hombro y procurar trasladar su intención de voto a los candidatos que impulse Cambiemos.
Acaso Vidal haya empezado esa tarea de trasvasamiento electoral: se la ve cada vez más seguido en actos por diversos distritos con Facundo Manes. El prestigioso neurólogo ya no descarta dejar la bata blanca para calzarse el traje de candidato bonaerense. Lo admitió en los últimos días y su nombre rankea para la hipotética lista de senadores del oficialismo.
EL ACUERDO, OK
En medio de esos movimientos el gobierno bonaerense terminó de cerrar el acuerdo de gobernabilidad con Sergio Massa que le permitirá a Vidal seguir con la lógica que se trazó para estos tiempos: otro vidalista, Manuel Mosca, será encumbrado a la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense.
El tigrense se llevará la vicepresidencia y se ratificará así el co-gobierno de la Cámara baja que volverá a dejar ejerciendo un rol secundario al peronismo.
El oficialismo necesita una parte del PJ para reunir los dos tercios que requiere la sanción del endeudamiento que proyecta el ministerio de Economía. Por ahora, las distintas vertientes en que está fragmentado (camporistas, peronistas tradicionales y legisladores que responden a intendentes) se siguen moviendo en tándem. Nadie se atreve a apostar cuánto más podrá durar esa unidad endeble.
Cambiemos lo sabe y juega a evitar presiones: dejó de lado el objetivo de tener Presupuesto para antes de fin de mes y ahora estiró su expectativa hasta los primeros días de diciembre.
Lejos de miradas escrutadoras, se registran diálogos y se tienden puentes. Algunas cuestiones empezarían a ordenarse: el oficialismo no quiere que le toquen los 60 mil millones de pesos de endeudamiento que precisa para crear un fondo de asistencia de obras para municipios como parecía reclamar con insistencia el peronismo. Por estas horas, se dice, algunos intendentes del PJ estarían más concentrados en asegurar fondos para sus distritos que en dar la pelea por esos recursos que terminarían compartiendo con todas las comunas.
Vidal decidió, además, dejar la Defensoría del Pueblo como gesto de reconocimiento para aquellos sectores del peronismo que acompañen la votación.
El radicalismo, otra vez está que trina con el PRO. De rebote, se había quedado con el cargo tras el vencimiento del mandato del anterior ómbudsman, Carlos Bonicatto. Ahora se encamina a perderlo sin que medie ninguna carambola. Y sobre el vicegobernador Salvador llueven las recriminaciones.
(*) Periodista de la sección Política
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