Se extiende un juego exótico en la Ciudad

En un tramo de la rambla de 32 (entre 15 y 16) muchos miraban ayer con una mezcla de sorpresa, intriga y curiosidad. Un grupo de chicos y chicas jugaba al Jugger, un juego exótico y muy singular que lleva un tiempo en la Ciudad pero que ahora se empieza a ver en nuevos espacios y a sumar adeptos.

EL DIA había reflejado la práctica de esta llamativa actividad en Parque Saavedra. Ahora se extendió a la 32, donde ayer se hizo notar en una espléndida tarde de primavera.

Como ya se ha explicado, el Jugger es un deporte de equipo que combina juegos de pelota con elementos similares a una especie de lucha, aunque no se basa en la fuerza bruta, sino en la habilidad y estrategia. A raíz de la repercusión que está alcanzando la disciplina, el Concejo Deliberante local lo declaró de interés Municipal.

Se enfrentan dos equipos, cada uno con cinco jugadores, que tratan de marcar tantos e impedir que el contrario lo haga.

La filial “Asociación de Jugger de La Plata” está integrada por Lautaro Castro (18), el joven que trajo el Jugger a la Argentina y en particular a la Ciudad, y que formó parte del grupo que modificó algunas de las reglas europeas de la nueva disciplina con el propósito armar de una versión propia.

El Jugger se juega con una pelota llamada jugg y unos palos recubiertos con materiales blandos. Están prohibidos los impactos y el contacto físico entre jugadores, a excepción de los corredores; solamente un jugador de cada equipo, el corredor, está autorizado para tocar físicamente el jugg y deberá hacerlo con las manos.

El tanto se consigue cuando se coloca esa pelota en una base que está en el terreno rival. La función del resto de los jugadores es proteger al corredor con los palos que portan. El ganador es el equipo que haya marcado más tantos.

En La Plata son cerca de 30 personas quienes lo practican con regularidad.