Con discrepancias, limitan el quite de carreras a Medicina

El consejo superior de la Universidad de La Plata finalmente aprobó, con 48 votos a favor y 8 en contra, quitarle la Escuela de Recursos Humanos a la facultad de Medicina como proponía la resolución 1123 del rectorado, fechada el 31 de octubre último. No obstante, ayer se presentó al inicio de la sesión una propuesta “a todas luces apresurada y confusa” -sostuvieron varios consejeros- que convierte el “quite” en una decisión temporal.

Quienes votaron en contra de sacar la Escuela de la órbita de Medicina fueron los representantes de los decanatos y de los claustros de profesores y graduados de Ciencias Económicas, de Derecho y, claro está, de la facultad de 60 y 120.

La resolución 1123 se basa en “un informe sobre falta de recursos económicos elaborado por la dirección” de la Escuela, y en otro de la secretaría de Administración y Finanzas de la Universidad “del que surge una grave subejecución presupuestaria” por parte de la facultad.

El superior votó formar una comisión interclaustros integrada por las facultades relacionadas con la salud -incluida Medicina, desde ya-, que se encargará de “poner en orden el tema de la subejecución presupuestaria, la falta de equipamiento, la carencia de personal en la Escuela. Y antes del 30 de abril se le devolverá a la unidad académica con todas sus funciones”, dijo a este medio el rector, Raúl Perdomo, una vez finalizada la sesión. ¿Y los alumnos? “Siguen siendo de Ciencias Médicas. La presidencia (de la UNLP) se hace cargo de la administración”, respondió. A la tarde, en 60 y 120 estaban tratando de descifrar “cómo se hace para tener dos mil alumnos a cargo sin controlar la parte administrativa”.

“nuevo proyecto”

El comunicado oficial de la UNLP dice que la comisión se encargará de “elaborar un nuevo proyecto institucional para la escuela”. Habla de “impulsar un proyecto de enseñanza integral de la salud que incluya abordajes no sólo desde la perspectiva médica, sino también de otras disciplinas”. Y como un tema central plantea “poner fin al convenio que la facultad de Medicina tiene con la Fundación Argentina para el Progreso de la Enfermería (FAPE) para el dictado de la carrera de licenciatura en Enfermería”. Ello permite a la fundación abrir centros de enseñanza arancelados con aval de la unidad académica, se explicó.

Este diario también le preguntó a Perdomo: ¿La comisión intervendrá en temas académicos, como planes de estudio? “No”, afirmó el astrónomo. “Lo que se pretende es que, en el marco del trabajo de esa comisión, la Escuela no se corte sola y sea parte del centro integrado de la salud que se creará en el ex Sanatorio de la Carne de Berisso, junto con las otras carreras” relacionadas a la sanidad.

Lo cierto es que hubo muchos integrantes del consejo que se fueron con más preguntas que respuestas. Es más, la nueva moción de sacarle la Escuela a Medicina por un tiempo, con una comisión asesora que no tiene bien delimitadas sus atribuciones, a muchos les pareció un manotazo de ahogado del rectorado para esquivar una dura derrota política.

“La resolución 1123, que plantea el quite a secas, no iba a ser aprobada. Por lo tanto buscaron esta figura poco clara y sin mucho sentido para evitar esa situación”, opinó un profesor.

Por su lado, los decanos de Psicología y Humanidades fueron quienes defendieron con más vehemencia la propuesta del rectorado.

La comisión que contempla dicha propuesta estará formada por docentes y graduados de Psicología, Odontología, Ciencias Exactas y Trabajo Social, y por profesores, graduados y estudiantes de Medicina. Habrá un representante del gremio docente (Adulp), uno del no docente (Atulp) y uno del estudiantil (Fulp).

intervencion y desinformacion

La decana de Medicina, Ana Lía Errecalde, leyó durante la sesión los informes del área contable de la unidad académica que “dan cuenta de una ejecución presupuestaria del 71%” al 31 de octubre. Dijo que el rectorado los mudó “a una obra en construcción, que aún no se terminó”, y que para “comprar mobiliario gastó a cuenta del presupuesto de la facultad sin nuestra autorización. ¿Cómo es posible entonces que hablen de subejecución?”, se preguntó, para calificar la medida de la UNLP: “Se trata, lisa y llanamente, de una intervención”.

Por su lado, el presidente del centro de estudiantes de la facultad, así como un alumno de la carrera de Enfermería que se dicta en la Escuela, criticaron duramente a las autoridades, pero dijeron que ellos no querían dejar de depender de la unidad académica. “No estamos de acuerdo con la decisión del rectorado, pero tampoco con la política del decanato, que considera que hay carreras de primera (por Medicina) y de segunda (por las de la Escuela)”.

De lo que se quejaron casi todos los consejeros estudiantiles -de distintas facultades- fue de “la falta de información sobre el caso que se está tratando. Nos desayunamos por las noticias. La Universidad jamás nos consultó ni nos dio cabida en esto, cuando de su gobierno participan todos los claustros”, subrayaron.

Dos no docentes con “23 y 26 años de antigüedad” se pusieron claramente del lado del rectorado. “Siempre hemos sufrido un claro destrato. Antes funcionábamos en el 4º piso de calle 60, un lugar oscuro y venido a menos. Ahora tenemos que comprar útiles de nuestro bolsillo, y a veces hasta los alumnos barren las aulas por falta de personal”, comentaron.

decanos divididos

La decana de Psicología, Edith Pérez, argumentó su “fuerte” apoyo a la propuesta de la presidencia de la UNLP. “Creemos en un nuevo enfoque de la educación para la salud, una educación integral, interdisciplinaria, ya no basada en la perspectiva de la enfermedad y las ciencias médicas exclusivamente”. Su par de Humanidades, Aníbal Viguera, criticó “las constantes actitudes secesionistas de Medicina”.

Los decanos de Ciencias Económicas, Martín López Armengol, de Derecho, Vicente Atela, y de Ingeniería, Marcos Actis, fueron los portavoces del “no” a la resolución que le quita la Escuela de Recursos Humanos a la facultad.

“Esto va a generar un muy mal precedente de cara al futuro”, dijo López Armengol, y propuso restituir la escuela a la facultad y que la comisión especial funcione como órgano de consulta.

“Son temas muy serios, muy pesados, decisiones muy pero muy importantes para que el rectorado haya actuado en soledad, sin consultar a nadie”, subrayó Atela. “Nos ponen en una encerrona. El que vota ‘no’ está con Medicina, el que vota ‘sí’ está con el rectorado. Las cosas no son así”, señaló Marcos Actis.