Una buena noticia para la Ciudad: piden ideas para la “manzana del olvido”

El acuerdo firmado por la Suprema Corte bonaerense y la Municipalidad local, destinado a restaurar en forma íntegra la manzana céntrica en la que durante décadas funcionó el Mercado, sometiéndose a ese lugar un proceso de recuperación, renovación y embellecimiento, constituye un paso positivo en defensa de un lugar que desde hace décadas presenta veredas totalmente destruidas y un ruinoso aspecto general, impropio de las condiciones funcionales y cualidades estéticas que debe exhibir nuestra ciudad. En el marco de un nuevo aniversario de La Plata, es una noticia para celebrar.

Tal como se informó, la denominada “manzana del olvido” enmarcada por las calles 3 a 4, desde la 48 hasta la 49, en donde hasta mitad del siglo pasado se alzaba el bello edificio del Mercado, verá en una primera etapa reparadas su veredas, para seguir luego con tareas de forestación y después convocarse a un concurso nacional de ideas y anteproyectos con la finalidad de que se desarrolle la construcción de dos complejos judiciales.

Como se sabe, tras un largo y muy engorroso proceso que se extendió en las décadas del 60 y 70, en el que se barajaron diversas alternativas, se decidió finalmente expropiar y demoler el viejo edificio. En 1975 se convirtió el lugar en playa de estacionamiento para entidades de bien público, en base a una resolución adoptada por el ministerio de Obras Públicas, aun cuando la titularidad del predio pasó a manos de la Suprema Corte.

La firma del convenio se concretó anteayer, en un acto que se llevó a cabo en el salón de acuerdos de la Casa de Justicia ubicada en 13 y 47. Participaron el intendente de La Plata y el presidente de la Corte, quienes definieron diversos aspectos en relación a la construcción de los dos nuevos complejos entre lo que se destaca la puesta en valor de la zona mencionada.

Sea como sea, más allá de la importancia y de las consecuencias positivas que deberían surgir de este acuerdo, resulta imperativo señalar que las sucesivas administraciones municipales no debieron permitir que el olvido y un absoluto deterioro caracterizaran por años a una de las manzanas céntricas de la Ciudad.

Que las cuatro veredas perimetrales ofrecieran un panorama tan lamentable, con roturas de magnitud que, virtualmente, impiden hasta hoy el desplazamiento normal de peatones, en una situación que se vuelve especialmente traumática cuando los que quieren recorrerla son personas mayores que sufren alguna desigualdad física, resultó algo tan inexplicable como irritante para los vecinos que nunca dejaron de reclamar.

Por otra parte, aún cuando puedan encararse en un largo plazo, las obras proyectadas para el amplio predio implicarán su próxima desaparición como playa de estacionamiento, de modo que los urbanistas deberían anticiparse y prever soluciones para un problema que en la Ciudad es tratado siempre con medidas parciales, sin políticas de fondo.

Junto a otras decisiones urbanísticas que debe adoptar para adelantarse a los desafíos del futuro inmediato, está claro que nuestra ciudad se debe un debate sobre el problema del estacionamiento. El caso de la manzana del Mercado parece oportuno, entonces, para iniciar una revisión de las acciones imaginativas y eficaces que nuestra ciudad debería impulsar, para crecer y garantizar una mejor calidad de vida de la población