Entre galgos, marchas y una pausa platense

De golpe, las carreras de galgos se convirtieron en tema nacional. Con debates ardorosos y pasiones desbordadas, la prohibición de esas competencias fue votada en el Congreso. Nadie discute la importancia del asunto, pero quizá llame la atención el protagonismo que adquirió el debate en un país que todavía tiene muchas otras asignaturas pendientes.

Los galgos no fueron los únicos que se convirtieron esta semana en estrellas del Congreso. La Legislatura porteña aprobó una ley que les permite viajar gratis a perros y gatos en el subte. Ya analizan en la Región imitar la medida en los colectivos.

Habría que sumar el consenso que ha ganado la idea de cerrar los zoológicos y se verá, entonces, el protagonismo que han alcanzado los animales en la agenda nacional.

El Senado, mientras tanto, aprobó una controvertida “emergencia social” que ahora deberá debatirse en Diputados. Fue impulsada por sectores de la oposición y parece más encaminada a poner en un brete al Gobierno que en solucionar algún problema. Lo cierto es que la idea movilizó a sindicatos y movimientos sociales, que el viernes protagonizaron una marcha que enciende una luz de alerta para el Ejecutivo nacional.

La política da vueltas en círculos. Y ya se empieza a poner en escena la campaña electoral que dominará al próximo año.

La Selección, mientras tanto, se tomó revancha frente a Colombia. Recobró impulso y energía tras la dura derrota ante Brasil. Una pena que el triunfo haya servido para que los jugadores anunciaran un silencio desafiante. Lo que se espera de ellos, de todas formas, no son declaraciones; son goles.

Entre derrotas y triunfos, galgos y movilizaciones, la Ciudad sufrió sus penurias de siempre: empezaron los cortes de agua; hubo apagones en algunos barrios (mientras el 0-800 de Edelap les toma el pelo a los usuarios); se repitieron los piquetes de siempre (u otros distintos, que son iguales a los de antes) y el tránsito fue, durante la semana, un dolor de cabeza para miles y miles de platenses.

En este paisaje, que por momentos resulta monótono, provocó escalofríos el caso del fisicoculturista acusado de haber mantenido secuestrada a una mujer para someterla de manera brutal y reiterada.

Son esas historias que revelan tramas de violencia, de locura y de sadismo que cuesta digerir. Este año fue condenado a 37 años Martínez Poch. Se lo creía un caso aislado, excepcional, aunque las formas de violencia contra la mujer se repiten con formatos atroces.

El mundo, mientras tanto, empieza a asimilar el triunfo de Trump aunque no logra descifrar qué vendrá después de su asunción. Sobre el fin de semana provocó alarma y controversia el anuncio de que su ministro de Justicia será un senador que está acusado de racista hecho y derecho.

Se supo que Macri mantuvo una larga conversación telefónica con Trump. Fue una charla entre antiguos conocidos, que ahora no se encuentran por negocios sino por cuestiones de Estado. El tiempo dirá en cuánto ayuda aquel conocimiento personal a disimular la apuesta explícita que hizo el gobierno de Macri por la rival de Trump.

En este contexto de incertidumbres mundiales y preocupaciones domésticas, La Plata celebró los 134 años de su fundación. Siempre es una pausa amable, que además invita a pensar en nuestro propio lugar.

La Plaza Moreno colmada fue anoche el corolario de un festejo que tuvo varios escenarios. El tiempo acompañó a los platenses, que por un día -ayudados por un sábado feriado- pudieron olvidarse de piquetes, colas, contratiempos y penurias.

Al festejo se asociaron Gimnasia y Estudiantes, que les regalaron a sus hinchas dos triunfos alentadores.