“Mi hermana estuvo a punto de morir, pero la rescatamos a tiempo”

“Mi hermana sigue shockeada. Todavía no puede asimilar el infierno por el que pasó. Estuvo cerca de morir, pero la rescatamos a tiempo”, contó Cristian (45) a este diario, como prólogo de la nota que ayer concedió para hablar sobre el estado en que se encuentra K.L.C, la mujer que fue secuestrada, drogada y violada durante seis días en un departamento del barrio Norte platense.

Como se viene informando, por este terrible caso se encuentra detenido el fisicoculturista Néstor Monzón (50), quien está imputado en una causa por “abuso sexual con acceso carnal reiterado y doblemente agravado y privación ilegítima de la libertad”.

En las próximas horas, según trascendió en esferas judiciales, la víctima prestaría declaración testimonial ante el fiscal Marcelo Martini, titular de la UFI Nº 3 de nuestra ciudad, audiencia que muchos consideran clave, por las derivaciones que podría traer aparejada.

Cristian, al ser consultado por lo sucedido, se emocionó hasta las lágrimas y volvió a confesar que “estuvo a punto de morir”.

En tal sentido, reveló que “un médico que la atendió en el hospital San Martín me dijo que ella tenía una infección en distintas partes del cuerpo, que llevaba cuatro ó cinco días”.

Cristian reflexión entonces que “de no haber sido que llamé por teléfono al celular de Monzón, amenazándolo con mandarle a la Policía si no liberaba a mi hermana, con lo que accedió a hacerlo un rato después, seguramente no estaba ahora viva”.

Y dio a conocer que “ahora está tomando antibióticos, para que vaya superando el cuadro infeccioso”.

“Pero además los médicos la tuvieron que operar para reconstruirle sus partes íntimas, por las bestialidades que le hicieron”, reflejó otra vez con lágrimas en sus ojos y gestos que denotaban el dolor inconmensurable que lo envuelve por este drama familiar.

“COMETIO UN GRAVE ERROR”

En otro pasaje de la nota con EL DIA, Cristian hizo foco sobre quien está acusado por el secuestro y vejámenes sufridos por la mujer de 45 años, empleada de una maderera de Ringuelet.

Al respecto, sostuvo que “Monzón cometió un grave error, que fue haberse comunicado con su teléfono celular a la casa de mi hermana”.

Citó que, en esas circunstancias, “lo atendió uno de mis sobrinos. Luego le pasó con mi hermana, que tarareando le dijo que más tarde iba para su casa”.

Las dificultades para expresarse de su madre despertaron sospechas en el menor, de 12 años, quien entonces comentó la situación a su abuela.

Cristian subrayó que “al quedar registrado el número del celular de Monzón, comencé a llamarlo reiteradamente. Y en más de una ocasión, cuando me atendía, se notaba que estaba de joda, en algún lugar con música alta. Y cuando se identificaba como que era él quien atendía, yo le cortaba. Luego se lo conté a la Policía”.

“Pero en más de una oportunidad, este tipo (en alusión al detenido) daba pistas falsas donde podríamos dar con mi hermana. Y luego que ella se liberó de este tipo, me comentó que escuchaba indignada cuando mentía para desconcertar a la familia y a los investigadores”, consignó.

Cristian volvió a responsabilizar a “el Gurí” como la persona que “entregó a mi hermana”.

“La dañaron mucho, no hay derecho de hacer las monstruosidades que le hicieron. Va a costar mucho tiempo para que mi hermana pueda recuperarse de este caso tan traumático”, consideró después Cristian con la amargura dibujada en su rostro y en su tono de voz.

Cuando se le pidió que la describa en cuanto a su personalidad, puntualizó que “es una mujer muy hogareña, que sólo sale para ir a trabajar para mantener a sus hijos. Y para ver a su familia”.