Un ladrón le apoyó un revólver en la cabeza a una beba en un asalto

Eran las tres y media de la tarde cuando un delincuente detuvo su marcha frente a un kiosco de 7 entre 69 y 70.

Como si fuera un cliente cualquiera, al ser atendido por la propietaria del local “7 Seven”, le pidió un paquete de galletitas y hasta jugó unos segundos con la bebita de una amiga de la comerciante, que estaba en el cochecito.

También, según trascendió, se mostró de muy buen humor con ambas mujeres. Hasta que se retiró ya pensando en volver al local.

“ENFURECIDO”

Apenas cinco minutos después, para sorpresa de la dueña del kiosco y la amiga, que todavía estaba allí junto a su hija, el mismo sujeto regresó. Aunque con una actitud y una intencionalidad muy diferentes.

Según lo indicado a EL DIA por el esposo de la comerciante, de nombre Gastón (36), “cuando este tipo, que demostraba tener algo más de 30 años y estaba bien vestido, observó que un policía caminante estaba en la otra cuadra, se apresuró a entrar acá y dispuesto a cometer el asalto”.

En tal sentido, hizo saber que “sacó un revólver, pidió la plata y para hacerles ver a mi mujer y a la que la acompañaba que la cosa iba en serio, le puso el arma en la cabeza a la beba y también se lo apoyó a mi esposa en la cintura”.

Con las dos mujeres paralizadas por el miedo, ante el rotundo cambio en la conducta de quien hasta hace un rato había estado allí como un cliente más, al delincuente poco le costó apoderarse de la recaudación y de otros efectos personales de sus víctimas de turno.

En ese sentido, Gastón dio a conocer que “el ladrón se llevó alrededor de 1.500 pesos que había en la caja registradora, así como los celulares de mi mujer y de la amiga”.

Asimismo, una fuente policial consignó que también el asaltante se había ido del kiosco con la cartera de una de las mujeres, donde había algo más de dinero y documentación personal.

AUDACIA A TODA PRUEBA

El hombre, que llegó a su negocio para relevar a su mujer, afectada por el angustiante episodio de inseguridad, le contó a este diario que “hace entre cinco y seis años que tenemos este kiosco y es la primera vez que nos roban”.

“La veníamos zafando, pero lo increíble es que te roben a plena luz del día, con un policía vigilando a los pocos metros y con el importante movimiento de vehículos y personas que hay en esta zona”, señaló con evidente resignación.

Cabe señalar que a los pocos minutos arribó al lugar personal policial, que consultó a las víctimas del asalto sobre las características físicas, la vestimenta del delincuente y sobre la moto en la que circulaba.

Una vez que los efectivos reunieron esa información, se montó un operativo policial por las inmediaciones del kiosco para tratar de ubicar al autor del hecho.

Sin embargo, el intenso rastrillaje no arrojó los resultados esperados.

Vale recordar que, hasta hace un tiempo, comerciantes de esa zona se reunían todos los jueves por los robos.

Con intervención de la comisaría novena se iniciaron actuaciones por “robo calificado”, con conocimiento de la UFI Nº 9 de La Plata, a cargo de Fernando Cartasegna.