Cada vez más misterio en torno al crimen de la casona

A cinco días del crimen de María Teresa Valente (62) en una lujosa casona de Parque Leloir, en el partido de Ituzaingó, son más las dudas que certezas y los investigadores no terminan de inclinarse por una hipótesis. Tras las pruebas recolectadas y el resultado de la autopsia sólo se sabe una cosa: a la mujer la mataron y es poco probable que haya sido en un robo.

Fue estrangulada, presentaba golpes en la cara y un pequeño corte en los labios. Según los exámenes forenses, había “escoriaciones vitales en la cara provocadas antes de la muerte” y “murió por asfixia mecánica y sofocación”.

Se estableció también que el asesino presionó el cuello de la víctima hasta lesionar sus dos arterias carótidas. Se cree también que utilizó alguna tela y presionó la boca y la nariz de la mujer para evitar que gritara. Por eso, los labios superior e inferior quedaron lastimados por la presión ejercida contra los dientes. Sin embargo, los policías que llegaron a la escena tras el llamado de la empleada doméstica, se fueron creyendo que era una muerte natural y fue la autopsia la que dio un vuelco a la investigación.

Tras los resultados, la fiscal de la causa María Laura Cristini, recaratuló el expediente como “homicidio” y ordenó una serie de medidas. Se peritaron las cámaras de seguridad de un vecino, pero no se encontró nada.

Además, otros detalles que abonan el misterio es que de la casa no faltaba nada, no había ninguna ventana o puerta forzada y los sensores de movimiento no fueron activados. Esto hace suponer que el asesino conocía a la víctima, aunque todo es objeto de investigación.

Los pesquisas consultaron entre los vecinos en busca de alguno que hubiera visto o escuchado algo, cosa poco probable, teniendo en cuenta que en la zona las casas y quintas tienen parques amplios. Ninguno pudo aportar datos de interés.

La víctima fue encontrada al borde de la pileta el sábado pasado a las 11 de la mañana. Según la data de muerte, Valente fue asesinada entre las 6 y las 10, es decir muy poco tiempo antes de que la hallaran. Omar, el hijo varón que vivía con ella fue el último en verla con vida. Según declaró, la noche del viernes se fue a dormir a la casa de su novia. Por lo pronto, la fiscal Cristini comenzó a armar un perfil de la víctima basada en los testimonios de amigos y familiares. Se analizó su actividad en las redes sociales y según se corroboró, Valente tenía un perfil de Facebook con muchas fotos y videos con sus dos hijos, su ex y sus nietos. En principio su celular no aportó ningún dato llamativo.

María Teresa estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires. Se casó con Pedro Omar Geraige, aunque este año se habían separado. La pareja compartió al menos dos sociedades comerciales: GERVSAL SRL , dedicada al rubro gastronómico; y GER Brothers SRL. El hombre y su familia manejan dos grandes restaurantes en Ituzaingó, llamados “Punta Leloir” y “Punta Límite”. Además fue presidente de la Unión Comercial Industrial y Afines de Ituzaingó (UCIADI), donde hoy continúa aunque sólo ocupa el cargo de tesorero.