País cerrado por desinfección

Por | IRENE BIANCHI

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Twitter: @irenebianchi

- ¡Ay, chicas! ¡No lo puedo creer! ¡Se termina noviembre! ¡Se nos fue el 2016!

- Y nosotras, compañeras, con el pescado sin vender. ¡Qué picardía!

- Y yo que me había ilusionado con un segundo semestre glorioso. Ojalá el año tuviera 18 meses, así nos quedaría la esperanza de dar vuelta la taba, ¿no?

- Amigas, el tiempo es una convención. Les recomiendo un libro de un antropólogo francés, Marc Augé, que se llama “El tiempo sin edad”. El tipo tiene una mirada muy interesante que relativiza el concepto de vejez. Envejezco, ergo vivo. Envejezco, ergo soy”, dice a sus jóvenes 80.

- Parole, parole, parole … ¿A quién le gusta envejecer, Ñata? Cuento chino.

- ¿Y cuál es la opción? ¿Morirse joven? Yo paso. Prefiero disfrutar y arrugarme.

- ¿No leyeron lo del científico del Conicet que pagó 35 luquitas verdes al Instituto Criónico de Michigan, para ser preservado en frío?

- ¿Como Walt Disney?

- Sí, pero “made in La Plata”. Es vecino nuestro.

- Acá con los cortes de luz, estás sonado. No te aguanta ni la comida del freezer.

- Aventura por aventura, yo me anotaría en esa misión a Marte sin retorno, programada para el 2025. “Mars One”, se llama. Quieren instalar una colonia humana permanente y autosuficiente.

- ¿Sin retorno? Yo mandaría a unos cuantos indeseables.

- No quisiera ser pájaro de mal agüero, chicas, pero al paso que vamos, no sé si llegamos al 2025. ¿Se enteraron que Vladimir Putin desplegó unos cuantos misiles nucleares apuntando a Europa? Un cosaco se toma un vodka demás, se tropieza sobre el botón rojo, y volamos todos por los aires con mucho donaire.

- Para mí que Putin y Trump son mellizos separados al nacer. Dos gotas de agua

- A mí todavía me cuesta creer que los americanos hayan elegido a semejante energúmeno. Dijo cosas horriblemente ofensivas durante su campaña. Y encima ahora se reunió con los medios y trató de mentirosos a los periodistas. Sin filtro.

- ¿No querrá ir a Marte el yosapa ése, con pasaje de ida?

- Sumo otro dato apocalíptico a esta charla tan optimista, pum para arriba. Justo ahora que se me dio por comer menos carne, en parte por el bolsillo y en parte por mis arterias, me entero que los agrotóxicos y pesticidas en frutas y verduras están a la orden del día. Me paso horas lavando la lechuga, hoja por hoja.

- Esfuerzo digno de mejor causa, Dorita. Ni te gastes. La única opción es hacer tu propia quintita. Y ya que hablamos de libros, les recomiendo “La Argentina fumigada”, de Fernanda Sández. Se te ponen los pelos de punta. Cerrás la boca

- Lo ideal sería reemplazar el morfi con las pastillitas que toman los astronautas.

- ¡No! Más aburrido que chupar un clavo. No nos prives de uno de los pocos placeres que nos quedan, Dorita.

- No se preocupen. Ya estamos inmunizados. Somos sobrevivientes, a prueba de todo. Resistimos malos gobiernos, comida envenenada, ladri de guante blanco, chorritos callejeros, pestes varias. Ya somos como cucarachas. Invencibles.

- Perdón, ¿alguien me puede decir por qué es feriado mañana? Estoy en babia.

- Por el Día de la Soberanía Nacional, que fue el domingo 20. Lo hicieron puente.

- ¡Ah! Ya me acuerdo. La batalla de la Vuelta de Obligado. Juan Manuel de Rosas y el Gral. Lucio Mansilla contra la escuadra anglo-francesa. Qué coraje!

- Siempre me pregunto en qué momento de nuestra corta historia se acabaron los tipos valientes como aquellos patriotas. Lo que queda es un outlet, 2ª selección.

- Habría que fumigar a la clase política. No queda ni uno en pie. ¡Chin, chin!