Un enero de puesta a punto

Julio Garro busca reordenar el gabinete. Quiere hacer algunos cambios en secretarías puntuales pero, además, pronunciar la efectividad de cada área donde se han experimentado retrasos o algunos tropiezos. Por eso, cuando falta poco para cumplirse el primer año de gestión, ya eligió a Fernando Ponce como su ladero y lo instruyó para coordinar los balances de trabajo que deberá presentarle cada secretaría.

A poco de que terminen las sesiones ordinarias, el presidente del Concejo Deliberante ya desembarcó en el Ejecutivo para aportar un “empuje político”. Y en medio de esto, la pregunta que se hacen muchos es qué lugar ocupará entonces la jefa de Gabinete. Enfrentada a Ponce en las líneas internas del PRO, Natalia Vallejos continuará por ahora en su rol, aunque desde un punto de vista “más administrativo”. La funcionaria comparte afinidades con el otro concejal amarillo que buscaba hacer sus aportes en el gabinete, pero la idea de que Julio Irurueta intervenga en la planta baja del palacio de calle 12 quedó en los últimos días en medio las dudas.

Lo cierto es que desde hace una semana Ponce ya tomó las riendas de su nueva función, se reunió con los 18 delegados para ajustar las piezas del engranaje en las delegaciones y también con todos los secretarios, a quienes les demandará reportes periódicos sobre los asuntos de cada área. Dicen que apretó las clavijas y llamó al trabajo “comprometido” y “con resultados”.

Es que la “auditoría” de la gestión que estará llevando adelante el número dos de la lista de Garro se da justo en el momento en que se prepara para hacerse cargo del Ejecutivo en su conjunto, dado que el Intendente analiza tomarse una licencia de verano para descansar con su familia en la Costa. Y enero no será un mes cualquiera. Se espera para entonces, cuando buena parte de la actividad de la Ciudad se pare, el inicio de la ejecución de varias obras de envergadura anunciadas durante el año, como el reacondicionamiento de los centros comerciales, la avenida 66 y la puesta a nuevo de la avenida 7 en Villa Elvira. El Intendentes cuenta con importantes partidas que le acercaron la Provincia y la Nación.

Está claro que es también el primer mes del inicio de un año electoral en el que los platenses plasmarán en las urnas su evaluación sobre el primer tramo de la función de Cambiemos. “Aprendimos muchas cosas que al asumir no sabíamos, los errores cometidos al principio no los podemos repetir”, dicen en el entorno del jefe comunal.

En esta agenda, febrero sería el mes del relanzamiento de gobierno y el anuncio de ajustes y algunos cambios en el gabinete local. Así lo esperan propios y aliados que juzgan que, por distintos motivos, en 2016 “lo que debió solucionarse en seis meses se hizo recién en un año”.

Y aquí es donde Garro tiene las inquietudes de un frente interno más duro que nunca, porque a las insistentes críticas de un sector del radicalismo se suma ahora el silencioso malestar de un sector del PRO que espera sigiloso el momento de hacerse escuchar. Sólo como ejemplo, el monzonismo forma parte de ese grupo, que está tan crítico y atento como la línea más cuestionadora de la UCR. Por eso, lubricar diálogos internos y evitar amagues rupturistas será para el intendente una tarea de tiempo completo a casi un año de su asunción y a menos de un año de la próxima elección.