Con la magia del Rey David, arañamos la gloria en Moscú

Argentina llevaba 25 años sin meterse en la definición del certamen por países que despierta una gran expectativa en el mundo del tenis desde hace más de un siglo. De la mano del talento del cordobés David Nalbandian y capitaneados por “Luli” Mancini, los albicelestes llegaban a la final de la Copa Davis con una gran ilusión a cuestas.

Eso sí, enfrente estaban el poderoso equipo de Rusia y en su casa. La sede de los encuentros decisivos fue el estadio Olímpico de Moscú y la historia culminó con una apretada derrota por 3 a 2, con dramático final en el punto decisivo.

LAS PUERTAS DE UNA GESTA NOTABLE

El equipo argentino, conformado por David Nalbandian, Agustín Calleri, Juan Ignacio Chela y José Acasuso , se topó con un elenco ruso compuesto por Nikolay Davydenko , Dmitry Tursunov-Marat Safin y Mijaíl Yuzhny , con un Davydenko en gran nivel como carta principal de las ilusiones, que le dio el primer punto a su país por un 6-1,6-2,5-7 y 6-4 sobre Chela.

Sin embargo, aquel primer golpe asestado por el conjunto nacional, tuvo una rápida contrapartida con el triunfo en sets corridos de David Nalbandian, el gran hombre de la serie, sobre Marat Safin por 6-4,6-4 y 6-4.

Ese triunfo del hombre de Unquillo descolocó a los rivales, que esperaban una serie tranquila, un camino placentero hacia un seguro título en su casa y ante un escenario colmado.

Nada de ello ocurrió, Argentina vendió cara su derrota y, pese a los problemas internos y hasta a una polémica pública entre el “Rey David” y el capitán Mancini, el representativo nacional dio batalla hasta el final.

caida en el doble, elemento clave

Ante la falta de un segundo singlista confiable -todo el peso recayó sobre Nalbandian- el punto del partido de dobles sería fundamental. Apostando a sendos triunfos del cordobés, el dobles podría inclinar la balanza en favor de los intereses argentinos.

Sin embargo, la moneda salió para el otro lado y la dupla Nalbandian-Calleri perdió en sets corridos (6-2,6-3,6-4) ante los locales Tursunov-Safin.

Esa derrota fue el punto de inflexión en la serie. Pese a la titánica tarea de Nalbandian ante Davydenko (fue el número dos del circuito en 2006, estaba en su mejor momento) al que derrotó por un épico 6-2,6-2,4-6 y 6-4, la Argentina quedó condenada a jugarse el todo por el todo en el último punto de la serie.

En el cotejo final, José Acasuso plantó cara frente a Marat Safin y forzó un cuarto set. Chucho estuvo a minutos de hacer historia, pero el ruso se impuso por 7-6 en el último set y la ensaladera se quedó en Moscú. Otra ilusión quedaba trunca. El equipo lo dio todo, pero no pudo ser.